Tribuna:

Dominio público

La Bolsa, sin demasiados argumentos para asumir nuevos riesgos, se dejó llevar por el precio de la deuda y al cierre del mercado se situaba a sólo 51 centésimas del nivel más alto del año. La jornada estuvo llena de altibajos en los precios, algo lógico cuando los objetivos no están definidos, pero ENDESA ha tomado, el relevo a Telefónica, y ésta y Repsol le apoyaron en lo que pudieron, con lo que una cuarta parte del índice ya estaba a favor de ganar altura.La contratación de la jornada fue de 23.500 millones de pesetas efectivas, la más alta de la semana y, a pesar de estar muy concentrada -...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La Bolsa, sin demasiados argumentos para asumir nuevos riesgos, se dejó llevar por el precio de la deuda y al cierre del mercado se situaba a sólo 51 centésimas del nivel más alto del año. La jornada estuvo llena de altibajos en los precios, algo lógico cuando los objetivos no están definidos, pero ENDESA ha tomado, el relevo a Telefónica, y ésta y Repsol le apoyaron en lo que pudieron, con lo que una cuarta parte del índice ya estaba a favor de ganar altura.La contratación de la jornada fue de 23.500 millones de pesetas efectivas, la más alta de la semana y, a pesar de estar muy concentrada -ENDESA y Telefónica hicieron el 32%-, indica que el dinero no rehúye nuevas apuestas a corto plazo. La rentabilidad de la deuda a 10 años, en el nivel más bajo del año con un 10,93%, fue un excelente punto de apoyo, al que se pudo añadir la escasez de movimiento en el resto de las bolsas. Los buenos datos de precios al por mayor y de demanda de subsidio de desempleo en Estados Unidos sumieron a la Bolsa de Nueva York en un inmovilismo casi total, aunque al final terminó perdiendo 27,83 puntos. Madrid ganó un 0,50% y el Ibex 35, el 0,64%.

Archivado En