Cartas al director

Neutralidad vergonzante

Seguimos con ansiedad las noticias que sobre la guerra en la ex Yugoslavia aparecen en los medios de comunicación, preguntándonos cada día si el horror y la barbarie pueden tener límite y descubriendo al día siguiente que no lo hay. Nos sentimos desesperadamente hermanos de las gentes de Bosnia: cada niño que muere es hijo nuestro, en cada anciano que llora vemos a nuestros padres, cada cuerpo abatido en medio de una calle de Sarajevo, es nuestro compañero, nuestro amigo, somos cualquiera de nosotros. No podemos sentir todo su dolor, pero nos queda una rabia infinita y, sobre todo, una ...

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Seguimos con ansiedad las noticias que sobre la guerra en la ex Yugoslavia aparecen en los medios de comunicación, preguntándonos cada día si el horror y la barbarie pueden tener límite y descubriendo al día siguiente que no lo hay. Nos sentimos desesperadamente hermanos de las gentes de Bosnia: cada niño que muere es hijo nuestro, en cada anciano que llora vemos a nuestros padres, cada cuerpo abatido en medio de una calle de Sarajevo, es nuestro compañero, nuestro amigo, somos cualquiera de nosotros. No podemos sentir todo su dolor, pero nos queda una rabia infinita y, sobre todo, una enorme vergüenza: ver güenza de estar vivos, de vivir como vivimos, de que nuestros hijos puedan jugar sin miedo a que les peguen un tiro, de poder comprar el pan sin que un obús nos reviente. En Sarajevo, en Bosnia-Herzegovina, no pueden permitirse estos lujos. Y sentimos vergüenza de pertenecer a una comunidad de países que permiten que un pueblo sea torturado y masacrado ante nuestras mismas narices.Hace casi 60, años, cuando estalló la guerra civil española, la cobardía y el cinismo internacionales provocaron que un golpe de Estado sumiera a nuestro país en la barbarie y en la dictadura. Mientras las democracias occidentales proclamaban una neutralidad vergonzante, el fascismo no lo dudó.. Igual que ahora.. Los estrategas serbios saben bien de la miseria de las dudas de Occidente: hoy han caído Srebrenica y Zepa y sus gentes huyen despavoridas. ¿Qué "enclave seguro" será bombardeado, conquistado mañana? La comunidad internacional sigue discutiendo y permitiendo las agresiones serbias mientras impide defenderse al agredido.

Somos testigos, a la fuerza, de esta vergüenza, pero no queremos ser cómplices de ella: todos sabemos quienes son los culpables y, nos queda, por lo menos, la oportunidad de decirlo, públicamente: el Estado serbio, y sus dirigentes de Serbia y de Bosnia. Y todos sabemos, aunque no queramos reconocerlo, quiénes son los agredidos: el pueblo bosnio, la Libertad, la Tolerancia y la Democracia.-

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