El etarra Soares, Gamboa renuncia a la lucha armada y pide la reinserción

El activista de ETA Juan Manuel. Soares Gamboa, acusado de haber participado en 26 asesinatos, ha pedido al consejero vasco del Interior, Juan María Atutxa, que le ayude a reinsertarse. En su carta,remitida en junio desde Santo Domingo, Soares Gamboa dice intuir que "el pueblo vasco ya no comulga con ideologías que se sustentan en la muerte y el sufrimiento, de lo que me alegro profundamentey".

Antiguo integrante del comando Madrid, Soares Gamboa afirma en la misiva, dada a conocer ayer por el diario El Correo, que su renuncia a la lucha armada "es total". "Lo malo", dice, "es qu...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El activista de ETA Juan Manuel. Soares Gamboa, acusado de haber participado en 26 asesinatos, ha pedido al consejero vasco del Interior, Juan María Atutxa, que le ayude a reinsertarse. En su carta,remitida en junio desde Santo Domingo, Soares Gamboa dice intuir que "el pueblo vasco ya no comulga con ideologías que se sustentan en la muerte y el sufrimiento, de lo que me alegro profundamentey".

Más información

Antiguo integrante del comando Madrid, Soares Gamboa afirma en la misiva, dada a conocer ayer por el diario El Correo, que su renuncia a la lucha armada "es total". "Lo malo", dice, "es que todavía más de un ciudadano tenga que pagar con su muerte nuestra locura". La Consejería del Interior ha explorado ya ante la Audiencia Nacional la situación del ex activista y las condiciones de su posible comparecencia judicial en España.Al igual que el supuesto portavoz de ETA Eugenio Etxebeste Antxon y otros cuatro activistas más, Juan Manuel Soares Gamboa, de 42 años, nacido en Bilbao, se encuentra confinado en la República Dominicana desde el 18 de abril de 1989, sometido a vigilancia policial en un régimen de libertad de movimientos sumamente relativo. Un avión del Ejército español les trasladó en esa fecha desde Argel una vez fracasadas las conversaciones que el Gobierno central y ETA mantuvieron en ese país.

Su decisión fue saludada ayer por la mayoría de los partidos democráticos vascos como un gesto "valiente" y "positivo", si bien todos ellos se mostraron sumamente cautelosos sobre la repercusión que esta postura pueda tener dentro de ETA. El dirigente de HB Jon Idígoras declinó pronunciarse al respecto, indicando que es a ETA a la que corresponde valorar el paso, dado por Soares Gamboa.

- El presidente del PP en el País Vasco, Jaime Mayor Oreja, marcó la nota discrepante. "Lo que corresponde a Soares Gamboa es entregarse a la justicia. No podemos ni debemos plantear el debate sobre su reinserción sin que la justicia haya actuado y emitido una sentencia. Lamentablemente, a juzgar por algunas reacciones, parece que para algunos el Estado de derecho, el cumplimiento de la ley, es anecdótico. Piensan que la política lo sustituye todo, incluso la ley".

Xabier Arzalluz, presidente del PNV, y Rafael Larreina, portavoz de Eusko Alkartasuna (EA), coincidieron en señalar que la decisión del ex activista del comando Madrid pone de relieve la necesidad de "reabrir las vías de reinserción". El primero atribuyó la "paralización" de estas vías a la "brutal pugna entre el PP y el PSOE" y dijo que es una pena porque de, de no haber sido así, otros muchos presos o confinados de ETA se habrían acogido ya a la reinserción. En términos parecidos se expresó el portavoz de EA, para quien "habría una cola inmensa de Soares Gamboa", si la reinserción no se hubiera paralizado hace dos años".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

"Mi decisión es clara"

El antiguo integrante de los comandos Logroño y Madrid se dirige a Atutxa en estos términos: "Necesito que me ayude a hacer mi transición particular de militante de ETA a ciudadano normal de la sociedad a la que pertenezco". "La idea de normalizar mi vida ha ido tomando cuerpo en mi mente. Mi decisión es clara". Soares añade que antes de dar este paso ha tenido que aclarar sus dudas sobre la oportunidad del momento elegido para volver -"cualquiera y ninguno"- y superar "el temor irracional de mí mismo". Explica que el argumento que más peso ha tenido en su decisión ha sido el de "estar conforme conmigo mismo, el poder superar esa barrera psicológica de si podría vivir con un fardo tan poco gratificante o si esa losa tan sólo la construía en mi mente".Afirma que "los argumentos por los que antes luchaba no existen, se desvanecieron" que si tiene que firmar su renuncia a la lucha armada lo hará "con mucho gusto", y proclama que "ya nuestra particular forma de entender la liberación nacional no tiene sentido, y menos matando". Soares ironiza sobre los desmanes a los que se aplican los grupos creados por ETA para la lucha callejera. "Más de 100 cabinas telefónicas y lunas de bancos van a reventar", escribe, " a manos de "revolucionarios" que no dan la talla en otros campo más comprometidos, menos mal y que se sienten orgullosos de pertenecer a los comandos X o infaustamente creados con el fin de romper lo que sea. ¿No es gracioso que una organización revolucionaria tenga abierto un frente de cabinas telefónicas? Perdimos el rumbo hace tiempo".

Más adelante el confinado de Santo Domingo manifiesta Juan María Atutxa: "No puede imaginarse lo que agradezco ha ber llegado a estas convicciones Nunca he tenido tantas ganas hablar bien claro y en tanta can tidad" afirma para señalar continuación: "Me repugna que después de tantos años hay quienes se dediquen a experimentar con el dolor de tantos muertos presos". Buena parte de su escrito está dedicado a abordar la cuestión de su posible regreso Euskadi. "Es evidente", escribe "que a mí no me pueden aplicar el borrón y cuenta nueva y q debo demostrar con hechos mi intenciones, ¿puede ayudarme? pregunta Soares Gamboa al consejero del Interior. "Le agradería", añade, "que usted se hiciese cargo de negociar con quien corresponda para que mi vuelta no sea un calvario superior a lo que he venido viviendo conmigo mismo".

Soares Gamboa pide a Atutxa -"no estoy en situación de pedir nada"- que le saque inmediatamente de la casa que comparte en Santo Domingo con el resto de los activistas allí confinados. "Cuando se dé la noticia por radio, televisión y pe riódicos, mi estancia aquí será un infierno".

Archivado En