Tribuna:

Volatilidad impuesta

La Bolsa reaccionó con una paralización casi total ante la aceptación de las dimisiones de dos de los miembros del Ejecutivo, hasta el punto de que en el momento de la apertura de Wall Street se habían negociado tan sólo 10.000 millones de pesetas. Los altibajos de ese mercado consiguieron romper la apatía, aunque la actividad se redujo a no perderse las subidas o a no quedar atrapados en los recortes, que de todo hubo. Al final, el volumen negociado llegó a los 18.000 millones de pesetas efectivas, pero sin que las cotizaciones obtuvieran ventaja alguna de estos movimientos del dinero.El Bund...

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La Bolsa reaccionó con una paralización casi total ante la aceptación de las dimisiones de dos de los miembros del Ejecutivo, hasta el punto de que en el momento de la apertura de Wall Street se habían negociado tan sólo 10.000 millones de pesetas. Los altibajos de ese mercado consiguieron romper la apatía, aunque la actividad se redujo a no perderse las subidas o a no quedar atrapados en los recortes, que de todo hubo. Al final, el volumen negociado llegó a los 18.000 millones de pesetas efectivas, pero sin que las cotizaciones obtuvieran ventaja alguna de estos movimientos del dinero.El Bundesbank optó por no aportar agitación a los mercados y mantuvo sus tipos de interés invariables, al tiempo que la peseta continúa soportando las presiones externas y vuelve a perder terreno frente al dólar y el marco. El mercado secundario de deuda, también con poca actividad, se recuperó ligeramente, contribuyendo así a incrementar la sensación de volatilidad que padecen los inversores últimamente.Los altibajos se impusieron en Europa, con lo que la pérdida de un 0,26% de Madrid y del 0,33% del Ibex 35 no rompieron el ambiente global de los mercados.

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