Cartas al director

Muros

Desde hace seis años vengo aguantando, día tras día, los muros que me encuentro en mi vida de persona discapacitada, más concretamente, con una silla de ruedas.. Igual no soy el más indicado para exponer mi queja, dado que me encierro mucho en mi casa (como persona que soy, también tengo mis temores o ale grías, y no tengo todo el valor que otros parecen tener para aguantar los palos diarios). Lo cierto es que, a pesar de que sigo las campañas de concienciación anuales, los programas electora les que nos mencionan (escasísimos, eso sí), charlas.... lo más, elemental para una persona en mi circ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Desde hace seis años vengo aguantando, día tras día, los muros que me encuentro en mi vida de persona discapacitada, más concretamente, con una silla de ruedas.. Igual no soy el más indicado para exponer mi queja, dado que me encierro mucho en mi casa (como persona que soy, también tengo mis temores o ale grías, y no tengo todo el valor que otros parecen tener para aguantar los palos diarios). Lo cierto es que, a pesar de que sigo las campañas de concienciación anuales, los programas electora les que nos mencionan (escasísimos, eso sí), charlas.... lo más, elemental para una persona en mi circunstancia es que se pueda mover uno con dignidad, sentir se con "libertad de movimiento", con muchas más aceras con baja das de bordillos. Y para más gracia, las pocas que se hacen (con cuentagotas), o están obstaculizadas por vehículos de algunos que dicen ser "personas" o hay que irse a varios metros de donde uno desea ir ... ; y si no sabes subir un bordillo (pues al igual que unos sirven para correr maratones, estudiar química, subir montañas, hacer motociclisnio, etcétera, otros, por mucho que lo intenten, tienen miedo, pánico, a la hora de plantearse algo tan sencillo), al final, optas por no salir de tu casa, en donde incluso puedes tener dificultades de acceso a baños o habitaciones.

Y entre que no existen autobuses adaptados (¿para qué, mis impuestos no son válidos?), o no se puede acceder a algunas tiendas (no les hará falta nuestro dinero) y no tengo dinero para poder costearme un carné de conducir, pues..., qué me queda....pedirle a mis amigos o a mi madre que me acerquen a tal o cual sitio y tragarme mi orgullo de persona que soy.

En fin, así llevo los seis años ,adelante", sacando mis estudios bien, y aún sigo preguntándome: ¿para qué?, si ya me han denegado tres puestos de trabajo por mi discapacidad y no por los conocimientos, que sí los tengo. ¡Dios!, si muchos supieran lo que a veces me cuesta poner una sonrisa y hacer creer que aquí no pasa nada. Y con qué poco podría sentirme casi, casi féliz.-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En