Ilusiones de plomo

Un centenar de aficionados a los soldaditos se asocian para compartir afición

"Infantiles y militaristas". Juan Antonio Mafeu y sus colegas recuerdan con sorna y sin rencor los calificativos que les dedicaban sus conocidos hace años al verles cuidar con mimo sus respectivas colecciones de soldaditos de plomo. Mateu, de 45 años, funcionario de la Seguridad Social, comenzó durante el régimen franquista a recopilar soldados. Ni asomo, cuenta el coleccionista, de ir contra corriente cuando. buena parte de la juventud se preocupaba. por las libertades democráticas. "Yo compraba los soldaditos de pequeño para jugar con mis amigos. Entonces no sabíamos nada de política, po...

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"Infantiles y militaristas". Juan Antonio Mafeu y sus colegas recuerdan con sorna y sin rencor los calificativos que les dedicaban sus conocidos hace años al verles cuidar con mimo sus respectivas colecciones de soldaditos de plomo. Mateu, de 45 años, funcionario de la Seguridad Social, comenzó durante el régimen franquista a recopilar soldados. Ni asomo, cuenta el coleccionista, de ir contra corriente cuando. buena parte de la juventud se preocupaba. por las libertades democráticas. "Yo compraba los soldaditos de pequeño para jugar con mis amigos. Entonces no sabíamos nada de política, porque la asignatura de historia que dábamos en el colegio terminaba en los Reyes Católicos", explica.El plomo se convirtió en la pasión de Mateu en años posteriores. De recopilar soldados pasé a elaborarlos él mismo en materiales más asequibles que el plomo o las aleaciones de metales. Máteu explica que tuvo que empaparse de libros de historia -esta, vez más allá de los Reyes Católicos para no desvirtuar los uniformes, los estandartes y la formación de cada tropa. El Producto de su trabajo se exhibe estos días en el centro comercial Puerta de Toledo.

Junto a otros coleccionistas, Mateu creó en 1987 la Asociación de Miniaturistas Militares Dos de Mayo, en Madrid, a imagen de la Agrupación de Miniaturistas Militares dé España, que data de 1855 y cuya sede se encuentra en Barcelona. El adjetivo de militaristas dicho con retintín se ha dejado oír cada vez menos. "A medida que el Ejército ha ido cambiando, integrándose más en la sociedad, la gente nos ha ido viendo con otros ojos", explica Mateu. El punto de encuentro de los coleccionistas ha sido hasta hace unos meses la cafetería de] Ministerio del Ejército, ahora cerrada; por eso han comenzado a reunirse en cualquier bar, donde les venga más a mano.

Hay 115 personas asociadas a Dos de Mayo. La mayoría son funcionarios, profesores y jubilados que rastrean las chatarrerias para encontrar los moldes ya en desuso. Pocos son militares profesionales.

Dos de Mayo cuenta con una sección juvenil formada por Jóvenes entre 16 y 18 años. La mayoría vive la afición por contagio de sus padres. Es el caso de Juan Miguel, de 18 años, hijo de Juan Antonio Mateu. La colección que se exhibe es obra de los dos. El joven asegura que cada día le dedica a los soldados más de dos horas. Estudia los uniformes, fabrica los moldes y luego se deja los ojos para pintarlos. "Mis. amigos me dicen que tengo mucha paciencia" cuenta el chaval.

Exposición de coleccionismo de soldadiltos. Centro comercial Puerta de Toledo. Ronda de Toledo, 1 (metro Puerta, de Toledo). Hasta el 20 de« agosto. Martes a sábados, de 10.30 a 21; domingos, de 10.30 a 14.30.

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