Cartas al director

Ignorancia

En el año 1954, gloriosos años para este país, me marché a Venezuela, dónde he vivido casi toda mi vida de adulto, y ahora, rozando los 70, paso temporadas, cada vez más frecuentes y más largas en España, sin jubilación ni pensiones, donde viven dos de mis tres hijos españoles.Hace unos días, desoyendo los consejos preventivos de una venezolana suspicaz, le adosé a mi coche, un humilde 127, una pegatina de 10 centímetros con el mapa y los colores de la bandera de Venezuela. A los pocos días amaneció el coche con dos neumáticos acuchillados, y la pegatina, rasgada con un clavo.

Du...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

En el año 1954, gloriosos años para este país, me marché a Venezuela, dónde he vivido casi toda mi vida de adulto, y ahora, rozando los 70, paso temporadas, cada vez más frecuentes y más largas en España, sin jubilación ni pensiones, donde viven dos de mis tres hijos españoles.Hace unos días, desoyendo los consejos preventivos de una venezolana suspicaz, le adosé a mi coche, un humilde 127, una pegatina de 10 centímetros con el mapa y los colores de la bandera de Venezuela. A los pocos días amaneció el coche con dos neumáticos acuchillados, y la pegatina, rasgada con un clavo.

Durante años he lucido en mi coche de la insegura Caracas escudos, pegatinas y banderas españolas, sin sufrir la más leve dificultad. Y eso que son sudacas...

Es curioso, ¿verdad?, que esto me haya ocurrido aquí, en mi país, que tiene más de un millón de emigrantes.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

A esos jóvenes, porque seguro que lo eran los causantes, sean tribus de no sé qué racistas o rebeldes -eso sí, sin causa- , les aconsejaría que hicieran por curar su vergonzosa ignorancia saliendo al ancho mundo no a turistear, que eso es muy fácil, sino a buscar trabajo, a luchar, a demostrarse a ellos mismos si valen para algo, dejando este país más holgado y, ¡cómo no!, más limpio, como lo hicieron millones de sus paisanos, con tan poco reconocimiento. ¿Se han ruborizado ustedes? Me alegro; eso pretendía.-

Archivado En