Cartas al director

Desprotección

En el Metro madrileño, hace unos días, unos energúmenos dieron una brutal paliza a Carl Paris por tener la piel negra.Desde que la dirección del Metro suprimió, entre otros muchos empleados, a los jefes de estación que estaban en las cabinas que, a tal efecto, existen en todas las estaciones del Suburbano, los viajeros estamos absolutamente desprotegidos. Porque para la seguridad en el Metro sólo están los vigilantes jurados, que ponen toda la dedicación posible en expulsar a los vendedores ambulantes que, casualmente, también tienen la piel oscura.

Muchas veces, ahorrarse unos cuantos ...

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En el Metro madrileño, hace unos días, unos energúmenos dieron una brutal paliza a Carl Paris por tener la piel negra.Desde que la dirección del Metro suprimió, entre otros muchos empleados, a los jefes de estación que estaban en las cabinas que, a tal efecto, existen en todas las estaciones del Suburbano, los viajeros estamos absolutamente desprotegidos. Porque para la seguridad en el Metro sólo están los vigilantes jurados, que ponen toda la dedicación posible en expulsar a los vendedores ambulantes que, casualmente, también tienen la piel oscura.

Muchas veces, ahorrarse unos cuantos sueldos puede traer muy tristes consecuencias. Antes, cuando veías algún peligro, acudías al jefe de estación y así te sentías protegido; ahora hablas con un interfono que, por supuesto, nada te soluciona, como sucedió hace unos días, en que un joven estaba atracando a una señora y un viajero pidió ayuda por el aparatito amarillo antes referido y todos escuchamos, atónitos, que una voz en off nos aconsejaba entregar todas nuestras pertenencias, pues lo contrario podría ser peligroso-

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