El PP censura la gestión socialista en Caja España e intenta forzar su relevo

El Partido Popular intentará hoy poner contra las cuerdas a los gestores de Caja España, (entidad resultante de la fusión de varias cajas de ahorros castellano-leonesas). Los representantes del PP, partido dominante en Castilla y León, lanzan sus dardos al bajo coeficiente de solvencia (recursos propios sobre riesgo contraído) de la entidad, que ha bajado en el último año del 15,18% al 9,58%, muy cerca del 8% que el Banco de España fija como mínimo, por lo que la entidad está obligada a hacer un esfuerzo de capitalización importante.

Hoy se espera que sean aprobados los estatutos de la...

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El Partido Popular intentará hoy poner contra las cuerdas a los gestores de Caja España, (entidad resultante de la fusión de varias cajas de ahorros castellano-leonesas). Los representantes del PP, partido dominante en Castilla y León, lanzan sus dardos al bajo coeficiente de solvencia (recursos propios sobre riesgo contraído) de la entidad, que ha bajado en el último año del 15,18% al 9,58%, muy cerca del 8% que el Banco de España fija como mínimo, por lo que la entidad está obligada a hacer un esfuerzo de capitalización importante.

Hoy se espera que sean aprobados los estatutos de la entidad, que no lo fueron en una primera asamblea extraordinaria el mes de abril por falta de acuerdo. Esta vez el acuerdo es muy probable, a menos de cuatro meses de las elecciones internas, según han reconocido to das las partes implicadas. La Asamblea de la Caja de España está compuesta por 64 impositores, 37 representantes de Ayuntamientos, 24 representantes de entidades fundadoras, 18 representantes de la plantilla y 6 de instituciones de interés general.El PP llega a la asamblea con las armas cargadas, en lo que será el primer intento de trasladar su triunfo electoral a las cajas. Al coeficiente de solvencia, que según el director general, Antonio Huertes, es un "riesgo calculado"., une un informe en el que se refleja que la entidad obtuvo unos beneficios de 1.0 15 millones gracias a atípicos (venta de inmuebles fundamentalmente) por valor de 5.204 millones. Según los consejeros del PP, esto hace que no se refleje la verdadera situación" de Caja España, entidad que cuenta con unos activos totales de un billón de pesetas y 450 oficinas en nueve comunidades autónomas.

La tasa de morosidad de la entidad se mantiene alta, en un 10,5% (la media del sector se sitúa en un 7%), reconociendo el director general de la entidad un aumento significativo de los créditos dudosos (39.000 millones en la actualidad; sólo 10.000 millones generados en el último ejercicio). En los últimos 18 meses se han dotado 21.000 millones para cubrir créditos dudosos, (provisión para insolvencias), según Huertes. Una auditoría de Arthur Andersen asegura que el déficit de cobertura es, en la actualidad, de cero, cuando en 1993 era de 6.356 millones.

La adquisición de 104 oficinas del Banco de Fomento a finales de 1993 por un volumen de 29.000 millones ha hecho que el inmovilizado material se sitúe en 65.743 millones (más del doble de la media del sector, que se establece en un 3,6%), cuando un informe del Banco de España en 1993 (véase EL PAÍS del 31 de diciembre de 1993) recomendaba un plan de reducción del inmovilizado que, sin las oficinas del Banco de Fomento, era de 49.245 millones.

Para los consejeros del PP, una de las posibles causas de la baja "alarmante" del coeficiente de solvencia es la compra de deuda pública (se situaba a 31 de diciembre de 1994 en 267.000 millones), con dotación contra recursos propios y no contra los resultados, lo que hizo que éstos bajaran en 13.000 millones. La compra de deuda a largo plazo (en 1993 se vende la cartera materializando plusvalías) dada la crisis de la deuda habría obligado a fuertes dotaciones al fondo de fluctuación de valores. Los consejeros del PP consideran en su informe que la actual gestión ha llevado a Caja España a una situación de incapacidad para generar los recursos necesarios, para su saneamiento, con posibles problemas para cumplir los requerimientos del Banco de España. Si en 1993 los principales problemas de Caja España eran la baja calidad de la inversión crediticia y la necesidad de fuertes provisiones para insolvencias, a partir de 1994 esto se agrava con el exceso de inmovilizado, las elevadas amortizaciones del fondo de comercio y el fuerte crecimiento de los gastos de transformación.

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