El tripartito se asegura las diputaciones y Elorza seguirá en San Sebastián

La alianza tripartita formada por los partidos PNV, EA y PSE-EE que integran el Ejecutivo vasco tropezó ayer con serias dificultades para imponerse en la comunidad autónoma vasca, aunque logró alzarse con la mayoría absoluta en las Juntas Generales de Vizcaya y Guipúzcoa y obtuvo en Álava una mayoría suficiente para gobernar la Diputación de esa provincia. El tripartito tiene también asegurada la práctica totalidad de los ayuntamientos vascos, pero las excepciones incluyen a Bilbao, donde la sorprendente irrupción del ex alcalde peneuvista y ahora candidato independiente, José María Gorordo, t...

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La alianza tripartita formada por los partidos PNV, EA y PSE-EE que integran el Ejecutivo vasco tropezó ayer con serias dificultades para imponerse en la comunidad autónoma vasca, aunque logró alzarse con la mayoría absoluta en las Juntas Generales de Vizcaya y Guipúzcoa y obtuvo en Álava una mayoría suficiente para gobernar la Diputación de esa provincia. El tripartito tiene también asegurada la práctica totalidad de los ayuntamientos vascos, pero las excepciones incluyen a Bilbao, donde la sorprendente irrupción del ex alcalde peneuvista y ahora candidato independiente, José María Gorordo, trastocó la relación de fuerzas.

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Tampoco en Vitoria obtuvo la mayoría absoluta a causa del estrepitoso fracaso de EA que no obtuvo representación alguna, si bien la suma del PNV y PSE-EE, 13 votos frente a 14 del resto, puede permitirles gobernar en minoría. Como fuerza más votada de la alianza tripartita e incluso sin contar con el respeto al compromiso pactado, el PNV se aseguró las presidencia de las tres diputaciones y las alcaldías de Bilbao y Vitoria. En Sebastián, su candidatura fue superada ampliamente por las de sus socios de Gobierno, el PSE-EE y Eusko Alkartasuna, pero aumenta el número de sus votos respecto a las últimas autonómicas, crece claramente en Álava y arrebata a HB la condición de primera fuerza en Guipúzcoa.Con todo, a causa del retroceso experimentado por los otros partidos de la alianza, más discreto de lo que se esperaba en lo que se refiere al PSE-EE y acusado en el caso de EA, el tripartido encontró dificultades para imponerse aunque en general, cumplió sus objetivos. El PP, por su parte, experimentaba un ascenso notable, aunque no logra privar a los socialistas de la condiciónde segunda fuerza en el País Vasco, multiplica sus representantes en las Juntas Generales -parlamentos provinciales que eligen a los gobiernos de las diputaciones- y, pese al tirón electoral del candidato socialista donostiarra Odón Elorza, se consolida como el partido más votado en San Sebastián.

Izquierda Unida accede por vez primera a los ayuntamientos de las capitales y a las Juntas Generales provinciales y en algunos municipios vizcaínos su, crecimiento resulta francamente espectacular. Además de perder la condición de primera fuerza guipuzcoana, Herri Batasuna desciende prácticamente en todos los municipios y no consigue, mantenerse como primer partido en la mayoría de los ayuntamientos que presidía. Además, la extensión a los municipios del acuerdo tripartito anula prácticamente sus posibilidades de hacerse con una alcaldía.

Los escasos incidentes de la jornada electoral fueron protagonizados por apoderados de HB, que fueron denunciados por portar anagramas de ETA o camisetas insultantes para la Ertzaintza.

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