Antiguos miembros del 'Madrid' recuerdan su cierre por el Gobierno de Franco

Se estudia la reaparición del periódico

Antonio Fontán, que dirigía el diario Madrid cuando fue cerrado en 1971 por el régimen de Franco, dijo ayer que jamas este periódico pretendió ser un grupo de poder o plataforma política, sino que se distinguió como "tribuna de discusión en la que, por encima de todo, se produjo una convergencia entre profesionales de la información e intelectuales".Fontán desgranó los recuerdos de su etapa al frente de dicho diario ante un centenar de antiguos empleados del mismo, así como políticos y juristas que tuvieron una vinculación al periódico. Todos acudieron con motivo de la presentación del ...

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Antonio Fontán, que dirigía el diario Madrid cuando fue cerrado en 1971 por el régimen de Franco, dijo ayer que jamas este periódico pretendió ser un grupo de poder o plataforma política, sino que se distinguió como "tribuna de discusión en la que, por encima de todo, se produjo una convergencia entre profesionales de la información e intelectuales".Fontán desgranó los recuerdos de su etapa al frente de dicho diario ante un centenar de antiguos empleados del mismo, así como políticos y juristas que tuvieron una vinculación al periódico. Todos acudieron con motivo de la presentación del libro El diario Madrid, realidad y símbolo de una época, escrito por el historiador Carlos Barrerá, un retrato de la prensa de aquel periodo.

Según Fontán, el periódico hizo "un gran esfuerzo por ampliar los espacios de la información, en especial los más conflictivos", entre los cuales citó las noticias laborales, estudiantiles y políticas. "Nuestro afán fue llevar el periódico a la sociedad y que la sociedad se viera reflejada en el periódico". Recordó que los que hicieron el Madrid coincidieron en que las libertades públicas -de reunión, de sufragio, de expresión- debían de tener un contenido real, como sucedía en otros países europeos. "A muchos españoles. les parecía que era necesario el pluralismo político, expresión con la que se aludía a los partidos", dado que es tos últimos habían sido eliminados por Franco. El ex subdirector del Madrid, Miguel Ángel Gozalo -al frente del mismo por ausencia del director, el día en que el entonces ministro de Información, Alfredo Sánchez Bella, ordenó el cierre- abundó en la idea del Madrid como símbolo de una época. El sociólogo Amando de Miguel, uno de sus colaboradores, señaló que aquel diario fue "un periódico de hechos", pero también aglutinó un círculo intelectual.

Carlos Barrera, autor del libro, destacó del Madrid su carácter de gran periódico no por su difusión -alcanzó 60.000 a 70.000 ejemplares-, sino por el legado político, ideológico y profesional que supuso. "Fue un periódico independiente y por ello tuvo muchas dificultades. Tenía que caminar por los Incómodos senderos de la discrepancia y eso le valió ser un símbolo de la lucha por las libertades".

Viabilidad futura

Miguel Ángel Aguilar, presidente de la asociación del diario Madrid, que agrupa a antiguos redactores -y posee el 20% de las acciones de la empresa editora Faces- dijo taxativamente que el cierre se produjo "por falta de calor en el elogio a Franco. Porque eso le hacía mucho más daño que cualquiera de las manifestaciones de sus incondicionales". Las manifestaciones en la plaza de Oriente, que en otros periódico ocupaban suplementos enteros, "en el Madrid se despachaban con una foto y un pie".

Sin datos precisos, Aguilar dio a entender que en pocos meses el Madrid podría reaparecer como diario vespertino. Al margen de su intervención, un directivo de la fundación del periódico -que tiene la mayoría en la empresa Faces- comentó la existencia de un encargo a una sociedad de consultoría para estudiar si es viable el proyecto de editar de nuevo el Madrid.

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