Cartas al director

Tornos

La verdad es que estaba decidido a escribir por los incidentes que no s acaecieron a mi novia, a unos amigos y a mí en. el estadio Vicente Calderón. Pero después de ver el reportaje de Telemadrid (Fútbol es fútbol) referente a los tornos vi que estaba incompleto porque la verdadera odisea comenzó dentro del estadio.Después de estar ya en el estadio nos dirigimos a nuestro sector correspondiente para acceder al recinto deportivo, pero al no encontrarlo porque sinceramente no estaba indicado, y como no vimos a ningún portero, nos decidirnos a preguntar a un señor que estaba en un q...

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La verdad es que estaba decidido a escribir por los incidentes que no s acaecieron a mi novia, a unos amigos y a mí en. el estadio Vicente Calderón. Pero después de ver el reportaje de Telemadrid (Fútbol es fútbol) referente a los tornos vi que estaba incompleto porque la verdadera odisea comenzó dentro del estadio.Después de estar ya en el estadio nos dirigimos a nuestro sector correspondiente para acceder al recinto deportivo, pero al no encontrarlo porque sinceramente no estaba indicado, y como no vimos a ningún portero, nos decidirnos a preguntar a un señor que estaba en un quiosco de venta de bebidas, pero cuál sería nuestra sorpresa cuando nos dice que nos olvidemos de las entradas y nos sentemos donde podamos (nos pareció extraño, pero parece ser que es la tónica general), cuál será nuestra sorpresa cuando no había ya ningún sitio libre.

Intentamos buscar a algún portero, pero también resultó nulo nuestro intento, preguntamos a un guarda jurado y tampoco nos pudo ayudar, ya que no sabía exactamente dónde estaban nuestras localidades, le preguntamos por un portero y nos dijo que algunos ya habían cogido el pase y que a veces se escondían (faltaba media hora para comenzar el partido), preguntamos también a los vendedores de bebidas, pero se lavaban las manos diciendo que no sabían nada de eso, otros que no era ése su cometido. Finalmente, y ante todas estas dificultades decidimos buscarlo por nuestra cuenta, pero nos pareció bastante difícil, ya que las filas de los sectores no están especificadas y el número de asiento tampoco está a la vista.

Finalmente nos resignamos, mi novia y su amiga se tuvieron que sentar en la escalera, y como no había sitio en dicha escalera mi amigo y yo nos quedamos de pie en el vomitorio, y esas localidades no creo que sean las. de 3.000 pesetas que nos costó ver dicho espectáculo; por cierto, no éramos los únicos que estábamos en esa situación.

Señor Gil, no me extraña que estén en esta situación cuando hasta para sentarse se organiza ese caos-

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