Javier de la Rosa demanda al Banco Santander y e reclama la devolución del 12% de Grand Tibidabo

Javier de la Rosa ha presentado ante los tribunales de Barcelona una demanda contra el Banco Santander, en la que reclama a la entidad financiera la devolución del 12% de Grand Tibidabo. Estos títulos pasaron a manos del Santander el pasado mes de noviembre, cuando el financiero no pudo pagar los intereses de un crédito que le había concedido el banco. De la Rosa pretende recuperar las acciones de Grand Tibidabo a fin de retomar el control de la sociedad, según fuentes consultadas. Grand Tibidabo está actualmente en situación crítica, con seno riesgo de acabar en la quiebra y, por lo tanto, de...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Javier de la Rosa ha presentado ante los tribunales de Barcelona una demanda contra el Banco Santander, en la que reclama a la entidad financiera la devolución del 12% de Grand Tibidabo. Estos títulos pasaron a manos del Santander el pasado mes de noviembre, cuando el financiero no pudo pagar los intereses de un crédito que le había concedido el banco. De la Rosa pretende recuperar las acciones de Grand Tibidabo a fin de retomar el control de la sociedad, según fuentes consultadas. Grand Tibidabo está actualmente en situación crítica, con seno riesgo de acabar en la quiebra y, por lo tanto, de complicar la situación de De la Rosa en el caso que se instruye contra él en Barcelona.

, La demanda de Javier de la Rosa para recuperar los títulos fue presentada el pasado día 21 de marzo por el letrado Albert Garrofé. El juzgado encargado de la tramitación de la causa, la 288 / 95, es el número 34 de Barcelona.La historia del caso se remonta a 1992, cuando De la Rosa adquirió al propio Banco de Santander el 10% de la compañía azucarera Ebro, controlada por el grupo Torras-KIO.

De la Rosa compró las acciones con un crédito concedido por el Santander y entregó como garantía las acciones de Ebro que acababa de comprar, en una operación conocida en el lenguaje financiero como pignoración. De la Rosa fue abonando los intereses del crédito, de unos 250 millones cada seis meses.

La garantía entregada por De la Rosa, las acciones de Ebro, fue perdiendo valor a medida que descendía su cotización en la Bolsa, por lo que el Santander reclamó garantías adicionales. Esto se formalizó con nuevas acciones, en este caso el 12% de Grand Tibidabo, que quedaron así depositadas en la caja del banco.

Cuando los problemas económicos de De la Rosa en España se acentuaron, el financiero recurrió incluso a dinero de Grand Tibidabo, que presidía y de la que poseía un 30% del capital, para cumplir con esos pagos.

Finalmente, al estallar la crisis y ser encarcelado, en octubre pasado, no pudo atender a más pagos y el, 3 de noviembre el banco ejecutó el crédito, asumiendo la propiedad. de las acciones de Ebro y del 12% de Grand Tibidabo.

Para De la Rosa, recuperar esas acciones, más un paquete del 6% a nombre de una sociedad luxemburguesa que algunas fuentes consideran también bajo control del. financiero, le convertiría de nuevo en el principal accionista y le, supondría un oportunidad de bloquear decisiones que puedan perjudicarle.

La demanda presentada por los abogados de De la Rosa argumenta que éste adquirió las acciones de Ebro a título fiduciario. Es decir que el verdadero propietario seguía siendo el Banco de Santander, pero que él asumió la propiedad formal para evitar que la entidad financiera debiera realizar dotaciones en su balance a medida que descendía su cotización, de acuerdo con la normativa del Banco de España.

En función de esa argumentación, muy similar a la esgrimida por el financiero en el caso Torras-KIO. en relación con varios paquetes de acciones de, Ercros y Prima Inmobiliaria, De la Rosa afirma que los títulos de Grand Tibidabo entregados como garantía adicional siempre fueron de su propiedad y el Santander no debería habérselos autotraspasado cuando ejecutó el crédito.

Miguel Moreiras

El juez de la Audiencia Nacional, Miguel Moreiras, instructor de la querella presentada por Torras-KIO contra Javier de la Rosa y otros ex gestores del grupo, ha apremiado al financiero para que entrege documentación adicional sobre el caso. El auto del juez, dictado el pasado día 31 de marzo, requiere "una vez más ( ... ) para que en el improrrogable término de diez días presenten las autorizaciones. para suscribir contratos blindados". El juez advierte que "se les previene, por última vez, que en caso de no atender este requerimiento incurrirán en el delito de desobediencia grave a los mandatos judiciales".

En el mismo auto, Miguel Moreiras, ordena librar una "comisión rogatoria a las autoridades judiciales de Ginebra-Suiza, para que con relación a la cuenta bancaria abierta en el Bank of, America, 40 Rue de Marche, PO BOX 56, CH-1211 ", que recibió importantes cantidades de dinero procedentes del Grupo Torras, con el objetivo de conocer sus titulares y el destino final dado al dinero ingresado.

Archivado En