La farola gigante de Leganés se 'funde' la noche de su inauguración

La enorme y polémica farola de 22 metros, que los vecinos han bautizado ya como el pirulí de Leganés, le jugó anoche una mala pasada al presidente regional durante el acto oficial de inauguración. Joaquín Leguina, al pulsar el botón de encendido, escuchó un ¡oh!" de desilusión de los vecinos, que vieron que sólo una tímida luz salía de sus 11 focos. Veinte segundos después la desilusión se trocó en risas cuando la farola se apagó totalmente. Fueron necesarios varios minutos para que el pirulí volviese a alumbrar a medias. "Estas cosas siempre pasan en las inauguraciones, cua...

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La enorme y polémica farola de 22 metros, que los vecinos han bautizado ya como el pirulí de Leganés, le jugó anoche una mala pasada al presidente regional durante el acto oficial de inauguración. Joaquín Leguina, al pulsar el botón de encendido, escuchó un ¡oh!" de desilusión de los vecinos, que vieron que sólo una tímida luz salía de sus 11 focos. Veinte segundos después la desilusión se trocó en risas cuando la farola se apagó totalmente. Fueron necesarios varios minutos para que el pirulí volviese a alumbrar a medias. "Estas cosas siempre pasan en las inauguraciones, cuando uno aprieta un botón para que salga agua del chorrito nunca sale", comentaba jocoso el presidente. El diseño del pirulí es "arriesgado", según Leguina, que cree que el Ayuntamiento ha hecho bien, "porque el que no se arriesga no pasa el río". La farola costó más de seis millones.

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