El nuevo ascensor para minusválidos del Ayuntamiento de Móstoles funciona a medias

Milagros García, de 42 años, seguirá accediendo al Ayuntamiento de Móstoles (199.000 habitantes) en su silla de ruedas través del garaje, a pesar de que a las puertas del consistorio se ha instalado un elevador que, de momento, ocasiona más problemas que facilidades. Esta mujer tetrapléjica tardó 20 minutos en entrar a las dependencias municipales el primer día que decidió probar el artilugio, único símbolo de la eliminación de barreras arquitectónicas en los centros oficiales.

El primer obstáculo de la larga carrera -que resultó ser algo tan sencillo como entrar a un edificio-, com...

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Milagros García, de 42 años, seguirá accediendo al Ayuntamiento de Móstoles (199.000 habitantes) en su silla de ruedas través del garaje, a pesar de que a las puertas del consistorio se ha instalado un elevador que, de momento, ocasiona más problemas que facilidades. Esta mujer tetrapléjica tardó 20 minutos en entrar a las dependencias municipales el primer día que decidió probar el artilugio, único símbolo de la eliminación de barreras arquitectónicas en los centros oficiales.

El primer obstáculo de la larga carrera -que resultó ser algo tan sencillo como entrar a un edificio-, comenzó cuando Milagros se encontró cerrada la puerta de acceso al elevador, lo que le obligó a pedir ayuda a las personas que subían por las escaleras para que avisasen a la Policía Municipal. "En esa operación se pierden de cinco a diez minutos", comentó Milagros.

El siguiente paso es accionar un botón para que esta especie de ascensor sin techo baje desde una altura aproximada de un metro y medio. La mano que maneja Milagros es la derecha y el interruptor se sitúa a la izquierda. "Estas cosas demuestran la buena voluntad del Ayuntamiento, pero también su falta de conocimiento en la instalación de un aparato, para la que no se nos ha consultado", manifiesta García.

Esta vecina de Móstoles es vocal de la Asociación de Disminuidos Físicos (Adisfim) de la localidad, que cuenta con 175 miembros.

Gracias a una agente de la policía, Milagros pudo finalmente colocarse en la plataforma del elevador, pero ni ella ni la persona que la ayudaba pudieron bajar las barras de protección antes de iniciar el ascenso.

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