Protección Civil moviliza a cinco ministerios para actuar en incendios y terremotos

La terrible cosecha de incendios en 1994 se cobró la vida de 36 personas y arrasó una superficie como toda la provincia de Pontevedra. Las pérdidas ocasionadas por cinco terremotos rondaron los 300 millones de pesetas. No dejan de ser catástrofes naturales. Pero muchas de sus traumáticas consecuencia podrían haberse mitigado con una estrategia preventiva eficaz, medios operativos organizados y una mayor cordinación de los disponibles.

En uno de los incendios de Teruel, ICONA tuvo que atravesar toda la provincia hasta localizar un reten para reponer el que trataba de controlarlo, al lími...

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La terrible cosecha de incendios en 1994 se cobró la vida de 36 personas y arrasó una superficie como toda la provincia de Pontevedra. Las pérdidas ocasionadas por cinco terremotos rondaron los 300 millones de pesetas. No dejan de ser catástrofes naturales. Pero muchas de sus traumáticas consecuencia podrían haberse mitigado con una estrategia preventiva eficaz, medios operativos organizados y una mayor cordinación de los disponibles.

En uno de los incendios de Teruel, ICONA tuvo que atravesar toda la provincia hasta localizar un reten para reponer el que trataba de controlarlo, al límite de sus fuerzas.La Comisión Nacional de Protección Civil, de la que forman parte cinco ministerios (Justicia e Interior, Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, Agricultura, Defensa y Presidencia) y representantes de las comunidades autónomas, aprobó ayer las directrices para coordinar sus actuaciones ante la eventualidad de que ocurra un terremoto o brote un incendio forestal en cualquier zona del país, que este año amenaza ser funesto por culpa de la sequía. Ambas directrices han sido ya consensuadas y se elevarán al Consejo de Ministros.

Para el caso de los terremotos, la Comisión ha tenido en cuenta el mapa de peligrosidad sísmíca, con un periodo de 500 años de retorno, donde se fija el territorio, sobre el cual es obligado aplicar la planificación aprobada. Quedan enmarcadas en esta ámbito una parte o la totalidad de las comunidades autónomas de Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Cataluña, Extremadura, Murcia, Navarra,

Valencia y Ceuta y Melilla.

Cinco terremotos

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El año pasado se registraron en España cinco terremotos de una magnitud próxima o superior al punto 4 de la escala Richter. Los sismos que no alcanzan la magnitud 4,5 no pasan de un susto pero los que la superan tienen repercusiones sobre la población. El más grave de todos ellos ocurrió el 4 de enero en Adra (Almería), que alcanzó la magnitud 5 y causó pérdidas de 300 millones de pesetas. "Si hubiera sido de 5,5 las pérdidas habrían rondado los 1.500 millones de pesetas, porque la progresión no es proporcional sino exponencial y logarítmica", afirma Julio Mézcua, subdirector general de Astronomía y Geofísica del Instituto Geográfico Nacional.

El de mayor magnitud (5,7) que se sintió en España fue el que localizó su foco en las islas Chafarinas (Marruecos) el 2 de mayo. Provocó víctimas mortales en el país vecino que, al parecer, fueron silenciadas. Los otros seismos se produjeron el 15 de abril en Mondoñedo (Lugo), con 4,2 de magnitud; el 8 de abril en Huércal-Overa (Murcia) de 3,9 y el 4 dejulio en Valverde del Camino (Huelva) de 4,1

La Directriz Básica de Planificación de Protección Civil ante el riesgo sísmico resume la filosofía de cómo encarar el problema cuando se presenta y ordena las responsabilidades de cada administración cuando se hace operativas, ya que intervienen los ayuntamientos, las comunidades autónomas y el Estado cuando es requerido, a través de varias instituciones entre las que figura el Ejército.

El Plan Estatal de Protección Civil para emergencias por incendios forestales contempla la organización de los sistemas de información mediante una base nacional de datos, las previsiones meteorológicas, mapas de riesgo y recursos disponibles. En su aspecto operativo recoge el procedimiento de la difusión de las previsiones de riesgo, información sobre la gravedad potencial de los incendios, sistemas de alerta y movilización de los medios estatales y las Fuerzas Armadas.

1994 fue un año particularmente siniestro en España. Se produjeron 12.224 focos de incendios y se desarrollaron 6.991 (67 de ellos afectaron a extensiones superiores a 500 hectáreas) que dejaron arrasadas 432.252 hectáreas, el equivalente a toda la provincia de Pontevedra. Entre el personal combatiente de los incendios y los afectados fallecieron 36 personas.

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