Así se fabrica un programa de éxito

La guerra de las audiencias genera programas-probeta en televisión

La guerra de las cadenas de televisión por conquistar audiencia y las posibilidades técnicas de medir, minuto a minuto, las preferencias de los espectadores, alentaron la aparición de programas-probeta en España. Lo que necesitas es amor, Valor y coraje, El gran juego de la oca y Genio y figura (transformado en Ingenio y locura), son algunos de los formatos televisivos creados, consolidados o salvados de la desaparición, gracias al meticuloso análisis de sus audiencias. Un sábado por la noche, por ejemplo, termina el partido de fútbol y se aprietan los botones del m...

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La guerra de las cadenas de televisión por conquistar audiencia y las posibilidades técnicas de medir, minuto a minuto, las preferencias de los espectadores, alentaron la aparición de programas-probeta en España. Lo que necesitas es amor, Valor y coraje, El gran juego de la oca y Genio y figura (transformado en Ingenio y locura), son algunos de los formatos televisivos creados, consolidados o salvados de la desaparición, gracias al meticuloso análisis de sus audiencias. Un sábado por la noche, por ejemplo, termina el partido de fútbol y se aprietan los botones del mando a distancia de tres millones de espectadores en toda España. En el recorrido, el forofo del fútbol encuentra a una persona que cuelga con la cabeza hacia abajo, rodeado por una lluvia de fuego. No está allí por casualidad, se trata de una de las pruebas más espectaculares preparadas para ese sábado por El gran juego de la oca, y su programación, en ese preciso momento, está friamente calculada para seducir a los espectadores que provienen del fútbol.

Según José Miguel Contreras, director de la empresa GECA, que asesora a las principales cadenas, el éxito de un programa de televisión radica en su capacidad para recuperar espectadores tras la publicidad y para robar seguidores en los cortés de la competencia.

La idea de crear en Antena 3 un programa de humor como Ingenio y Locura surgió al constatar que los pequeños espacios dedicados a contar chistes, en diferentes programas, conseguían que la audiencia no cambiara de canal. "Pensamos que el programa. del año era de chistes", explica Contreras. Y de hecho, ese formato lanzó a la fama a Chiquito de la Calzada y consigue una media de tres millones de espectadores.

Lo que necesitas es amor fue otro "conejillo de indias". Su productora, Videomedia, estiró la duración de las historias de amor, que en un principio eran de cuatro o cinco minutos. "Los espectadores se quedaban en la cadena cuando las historias eran más largas, por eso pensamos que preferían el regodeo. Les gusta que se presente cada historia como si fuese una pequeña película, con todos sus protagonistas y sus diferentes puntos de vista", asegura Contreras. También trabajaron sobre el programa de TVE Valor y Coraje, que dejó de ser reality y concurso, para ser sólo lo primero. Según el realizador de Valor y Coraje, Sergi Schaaff, este análisis minuto a minuto es especialmente eficaz para detectar los tiempos muertos y así modificarlos o sustituirlos.

Sin embargo, Schaaff, de la productora Quart, opina que este sistema debe ser utilizado como una herramienta más. "En el momento álgido de la reproducción de un accidente o de una explosión, la audiencia sube en medio millón de espectadores, pero no por eso abusamos de esas escenas", destaca.

En el concurso El gran juego de la oca se acortaron los tiempos de transición entre una prueba y otra, porque los espectadores aprovechaban el cambio para buscar suerte en otras cadenas.

Para los "buceadores de audiencias" el análisis detallado de los gustos de los espectadores ha contribuido a crear una televisión más "amable". Según su opinión, los realitys escabrosos y las chicas sernidesnudas han perdido terreno en las "horas punta" frente a las historias cotidianas, el humor y las telecomedias.

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