El socialista Emmanuelli será acusado de tráfico de influencias

Urba sigue siendo una maldición para el Partido Socialista francés (PS). Los sumarios abiertos en torno a Urba, la sociedad que en los años ochenta bombeaba fondos hacia el partido a través de estudios ficticios, perseguirán a los socialistas durante toda la campana electoral. Y muy especialmente a su primer secretario, Henri Emmanuelli, que fue tesorero en la época crítica. El Tribunal de Apelación de Lyón ordenó ayer la devolución del asunto a los tribunales ordinarios, con lo que Emmanuelli y otro antiguo tesorero, André Laignel, deberán enfrentarse a varios juicios, el primero el 2 de marz...

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Urba sigue siendo una maldición para el Partido Socialista francés (PS). Los sumarios abiertos en torno a Urba, la sociedad que en los años ochenta bombeaba fondos hacia el partido a través de estudios ficticios, perseguirán a los socialistas durante toda la campana electoral. Y muy especialmente a su primer secretario, Henri Emmanuelli, que fue tesorero en la época crítica. El Tribunal de Apelación de Lyón ordenó ayer la devolución del asunto a los tribunales ordinarios, con lo que Emmanuelli y otro antiguo tesorero, André Laignel, deberán enfrentarse a varios juicios, el primero el 2 de marzo, bajo la acusación de complicidad en el delito de tráfico de influencias.Emmanuelli y Laignel confiaban en un sobreseimiento del caso, ya que el propio fiscal había solicitado el carpetazo para todos los implicados, 58 en total entre políticos, administrativos, jefes de empresa y propietarios de empresas de estudios, por falta de pruebas y pequeños defectos en la instrucción. El tribunal de Lyón consideró, sin embargo, que las razones aportadas por el fiscal sólo afectaban a ocho de los acusados. Los demás, entre ellos los dos socialistas, tendrán que ir a juicio. El juez reconoció que en ningún caso existía "enriquecimiento personal", pero agregó, refiriéndose a Emmanuelli y Laignel, que "no podían ignorar el sistema de financiación [del PSI que funcionaba en Marsella".

La orden judicial vino a confirmar él acierto de los militantes socialistas en la elección de Lionel Jospin como candidato a la presidencia de la República en lugar del propio, Emmanuelli. De haber vencido éste en la votación interna, su campaña se habría hundido bajo la carga de un rosario de juicios.

Urba era una empresa dedicada a realizar estudios técnicos, dirigida por Gérard Monate. Según el sumario, Urba funcionaba como mecanismo de recaudación del Partido Socialista francés.

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