Un hombre denuncia haber sido secuestrado para que informase sobre presuntos etarras

Sergio Salaberria, vecino de San Sebastián, ha denunciado en un juzgado donostiarra haber sido secuestrado por tres individuos armados que, antes de ponerle en libertad, le exigieron que colaborara con ellos facilitándoles información sobre personas supuestamente vinculadas a ETA.Según la denuncia, los hechos tuvieron lugar el pasado 26 de enero, a las 19.30 horas, en el barrio de Gros. Tres desconocidos, pistola en mano, abordaron a Salaberria y le obligaron a introducirse en un coche Talbot, de color crema y matrícula de Burgos con la letra B.

El secuestrado, primo de un activista de ...

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Sergio Salaberria, vecino de San Sebastián, ha denunciado en un juzgado donostiarra haber sido secuestrado por tres individuos armados que, antes de ponerle en libertad, le exigieron que colaborara con ellos facilitándoles información sobre personas supuestamente vinculadas a ETA.Según la denuncia, los hechos tuvieron lugar el pasado 26 de enero, a las 19.30 horas, en el barrio de Gros. Tres desconocidos, pistola en mano, abordaron a Salaberria y le obligaron a introducirse en un coche Talbot, de color crema y matrícula de Burgos con la letra B.

El secuestrado, primo de un activista de ETA en prisión, fue conducido, maniatado, a un paraje montañoso de Oiartzun, donde sus captores le golpearon repetidas veces por todo el cuerpo. Éstos insistieron en exigirle su colaboración pese a que les indicó que vive ajeno a la política, que se halla en tratamiento, de desintoxicación y que, aunque quisiera, no podría dársela.

De acuerdo con el testimonio de Salaberria ante el juez, los agresores le prometieron dos gramos de heroína diarios si se prestaba a colaborar con ellos y, en todo momento, demostraron disponer de bastante información sobre él y sus familiares. Así, afirmaron haberle visto en encarteladas de Senideak, asociación que reúne a familiares de los presos etarras, y aludieron a los trabajos de algunos de sus parientes y al reciente traslado de presidio de su primo.

La acción se prolongó hasta las 22.00 horas del mismo día y concluyó con la amenaza de que volverían por él si denunciaba lo sucedido.

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