Dos altos ejecutivos españoles mueren al estrellarse un avión privado en París

Dos españoles, un norteamericano y siete franceses, entre ellos el presidente de una importante firma azucarera, murieron ayer al estrellarse un pequeño avión privado en el aeropuerto de Le Bourget, al norte de París. Las autoridades francesas no han podido confirmar aún la identidad de los españoles fallecidos. Sin embargo, un familiar de uno de ellos confirmó anoche en Madrid que se trataba de Juan Urquijo Fernández de Araoz y de Juan Muguiro y Sartorius. Juan Urquijo, empresario de 35 años, era director general de la Compañía Española de Tabacos de Filipinas.

Entre las víctimas m...

Dos españoles, un norteamericano y siete franceses, entre ellos el presidente de una importante firma azucarera, murieron ayer al estrellarse un pequeño avión privado en el aeropuerto de Le Bourget, al norte de París. Las autoridades francesas no han podido confirmar aún la identidad de los españoles fallecidos. Sin embargo, un familiar de uno de ellos confirmó anoche en Madrid que se trataba de Juan Urquijo Fernández de Araoz y de Juan Muguiro y Sartorius. Juan Urquijo, empresario de 35 años, era director general de la Compañía Española de Tabacos de Filipinas.

Entre las víctimas mortales figuran Bernard Dumon, de 59 anos, presidente del grupo alimentario Saint-Louis, compañía que había fletado el avión, un Mystère Falcon 20, y varios ejecutivos de esa firma. Saint-Louis está considerada como el segundo grupo agroalimentario francés.

El aparato acababa de despegar, poco antes de las cinco de la tarde, con dirección a Rumania, cuando uno de los motores se incendió lo cual obligó al piloto a intentar realizar un aterrizaje forzoso. El avión se estrelló a unos centenares de metros de la pista. No hubo ningún superviviente entre los siete pasajeros y los tres miembros de tripulación. Los equipos de rescate encontraron los diez cadáveres completamente calcinados.

Según los primeros indicios, una bandada de aves que volaba sobre la pista pudo ser la causa del accidente, al introducirse tal vez un pájaro en el interior de uno de los motores. El viento y la lluvia también pudieron a contribuir a dificultar el vuelo.