Al 'cole', en coche

Los colegiales dieron plantón a los autocares escolares, que ayer circularon en su mayoría con normalidad pese a la huelga convocada en el sector. El miedo de los progenitores a los piquetes hizo que la mayoría de los 50.000 escolares que habitualmente viajan en autocar volvieran a las aulas tras las vacaciones en el coche familiar. El detalle, unido a la huelga de cercanías y de los autobuses interurbanos, no pasó inadvertido para el tráfico en los accesos a la ciudad.Los autocares escolares circularon ayer a primera hora de la mañana medio vacíos. A pesar la huelga convocacada ...

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Los colegiales dieron plantón a los autocares escolares, que ayer circularon en su mayoría con normalidad pese a la huelga convocada en el sector. El miedo de los progenitores a los piquetes hizo que la mayoría de los 50.000 escolares que habitualmente viajan en autocar volvieran a las aulas tras las vacaciones en el coche familiar. El detalle, unido a la huelga de cercanías y de los autobuses interurbanos, no pasó inadvertido para el tráfico en los accesos a la ciudad.Los autocares escolares circularon ayer a primera hora de la mañana medio vacíos. A pesar la huelga convocacada por los sindicatos UGT y CC OO, el 98% de los vehículos, según la patronal, acudió a su cita diaria con los 50.000 críos que habitualmente utilizan este servicio. Este dato difiere del aportado por el sindicato UGT. PASA A LA PAGINA 3

El paro de autobuses y trenes colapsó los accesos

VIENE DE LA PÁGINA 1

Según la versión sindical, "la mayoría de los autocares se quedaron en las cocheras y muy pocos circularon", explicó Vicente Cespedosa, responsable del sector de carretera de UGT.

Sin embargo, ante el temor a posibles actos violentos, la mayoría de los padres hizo de conductor de sus hijos. A las 8.30 de ayer, el trasiego de coches, en doble y tercera fila, atascó la calle de Vital Aza, a la altura del colegio Joyfe. "Normalmente vienen en autocar, pero hoy no me arriesgaba a que les pasara algo. Y voy muy mal de tiempo porque llego tarde a trabajar", decía Eugenia, nada más dejar a sus dos pequeños en el patio del colegio.

Más de la mitad de los asientos de los cuatro autocares de la empresa Vila que transportan a los niños de este colegio estaban vacíos. "Si normalmente traigo a 54 niños hoy han venido 30, porque los padres tienen miedo a que les tiren piedras o rompan alguna luna", aseguró Jesús, un conductor que lleva 29 años transportando niños.

Y hubo cristales rotos. Hasta 11 lunas se rompieron ayer en los autobuses escolares y en los interurbanos, en huelga desde las 14.00 del domingo, en protesta por el bloqueo de la negociación del convenio de 6.000 trabajadores.

Sobre las 6.30, a la altura de Las Matas (carretera de La Coruña), una bola de acero hizo añicos la última luna lateral izquierda y destrozó un asiento de un autobús de la empresa V. López, con 55 pasajeros a bordo, según aseguró un trabajador de esta empresa. No hubo heridos. "Lo peor es el susto de los pasajeros, que a esa hora, por ser el primer servicio, iba a tope", explicó este portavoz. Al paro del transporte interurbano se sumaron también los trenes de cercanías y de largo recorrido de Renfe.

Según manifestaron fuentes de la empresa de ferrocarriles, el paro fue secundado por el 17% de la plantilla de los trabajadores. Los servicios mínimos se cumplieron con normalidad.

Ambas huelgas provocaron retenciones en las carreteras de acceso a la ciudad, según la Dirección General de Tráfico. Desde primeras horas de la mañana y hasta las 11.30, en la vía, de circunvalación M-40 hubo atascos de hasta cinco kilómetros de longitud.

Además hubo problemas en las entradas de la vía N-1 (carretera de Burgos), N-III (autovía de Valencia) y N-VI (autopista de La Coruña).

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