"En Sarajevo hay que esquivar disparos, y en Madrid, a la grúa"

Su trabajo consiste en disparar sobre el rastro que dejan los disparos. Sabe que la mejor noticia para 1995 sería que él, Gervasio Sánchez, cordobés de 35 años, se quedara sin trabajo. Un total de 350.000 personas cercadas en Sarajevo se disponen a pasar el tercer invierno de sus vidas, malviviendo sin posibilidad de escape ante la indiferencia de quienes se han acostumbrado a su desdicha y la consienten. Gervasio Sánchez reside en Zaragoza, pero lo mismo vive en Bukovar que entre los refugiados palestinos, en Ruanda, en Guatemala. El próximo domicilio podría ser Chechenia. Las 76 fotografías ...

Su trabajo consiste en disparar sobre el rastro que dejan los disparos. Sabe que la mejor noticia para 1995 sería que él, Gervasio Sánchez, cordobés de 35 años, se quedara sin trabajo. Un total de 350.000 personas cercadas en Sarajevo se disponen a pasar el tercer invierno de sus vidas, malviviendo sin posibilidad de escape ante la indiferencia de quienes se han acostumbrado a su desdicha y la consienten. Gervasio Sánchez reside en Zaragoza, pero lo mismo vive en Bukovar que entre los refugiados palestinos, en Ruanda, en Guatemala. El próximo domicilio podría ser Chechenia. Las 76 fotografías de la vida cotidiana en la capital bosnia, de junio de 1992 a marzo de 1994, forman la exposición y el libro, El cerco de Sarajevo, que devuelve a Gervasio, sólo por algunos días, a la agobiante paz de Madrid.Pregunta. ¿Le cuesta volver a la normalidad?

Respuesta. Me agobia un poco buscar aparcamiento, porque estoy acostumbrado a cruzar Sarajevo sin atascos ni policía urbana. Allí tienes que esquivar los disparos, y aquí, a la grúa.

P. ¿Existe un arte de la guerra?

R. Intentas hacer fotografías de calidad, buscando diferentes puntos de vista, pero no dejas de tener una visión trágica de lo que está ocurriendo. iay una imagen de tres niños jugando en una calle helada que gusta bastante. Yo, en el pie de la foto, digo que en ese mismo lugar pueden caer bombas.

P. ¿La vida cotidiana resulta más terrible que la línea de fuego?

R. Sólo en la primera parte del libro hay algunas fotografías de militares. Sé lo que es un frente, he visto morir en las trincheras, pero preferí buscar personajes que me ayudaran a comprender el porqué de una guerra absurda.

P. ¿En todas las guerras habrá buenos y malos?

R. Naturalmente. Es un conflicto donde los agresores no creen en la convivencia étnica, y los agredidos, sí. El gran responsable de esta guerra es la comunidad internacional; que adopta la postura del avestruz.

P. ¿Por qué se dedica a fotografiar las guerras?

R. Alguien tiene que hacerlo, pero no significa que me gusten. Ojalá me quedara en el paro. El periodismo es una excusa, lo que me gusta es estar en los sitios, ser testigo.

P. ¿No tiene ningún trabajo sobre Madrid?

R. No, ni siquiera de España. Por hacer un favor, cubrí la apertura de la exposición de Velázquez en el Museo del Prado con la asistencia de los Reyes y dije que nunca más. Me rompieron un flash y una cámara, fue una locura.

El cerco de Sarajevo. Del 10 al 28 de enero, en el Círculo de Bellas Artes. Marqués de Casa Riera, 2. Presentación del libro: el día 12 a las 19.30.