Abierto el eje del Pinar, carretera alternativa de la autovía de La Coruña
El trazado completo del eje del Pinar, autovía de 15 kilómetros que une Las Rozas y Pozuelo, se abrió ayer al tráfico para facilitar las comunicaciones de la zona oeste. La nueva vía constituye una alternativa a la de La Coruña, ya que conecta con las circunvalaciones M-40 y M-30. Los cinco kilómetros inaugurados ayer completan los otros diez abiertos en 1993. "La tenacidad, tesón y tozudez de los vecinos de la urbanización Monteclaro" han sido la causa, según el consejero de Transportes, Julián Revenga, del retraso de dos años.
El eje del Pinar conecta la carretera de La Coruña con...
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El trazado completo del eje del Pinar, autovía de 15 kilómetros que une Las Rozas y Pozuelo, se abrió ayer al tráfico para facilitar las comunicaciones de la zona oeste. La nueva vía constituye una alternativa a la de La Coruña, ya que conecta con las circunvalaciones M-40 y M-30. Los cinco kilómetros inaugurados ayer completan los otros diez abiertos en 1993. "La tenacidad, tesón y tozudez de los vecinos de la urbanización Monteclaro" han sido la causa, según el consejero de Transportes, Julián Revenga, del retraso de dos años.
El eje del Pinar conecta la carretera de La Coruña con las vías de circunvalación de Madrid M-50 y M-40. La nueva vía es la carretera más cara de la región a causa de su moderno tratamiento paisajístico. Además de descongestionar el tráfico gracias a sus conexiones con la N-VI. Los municipios de Las Rozas, Pozuelo, Majadahonda y Boadilla son los más directamente beneficiados por la nueva vía.El eje del Pinar descargará el tráfico de la N-VI antes de llegar a Las Rozas. La nueva autovía, en sus primeros cuatro kilómetros, constituye parte de la M-50 (entre la N-VI y la carretera de El Escorial).
El tramo siguiente tiene enlaces con la carretera de Villanueva del Pardillo y, posteriormente, con la de Boadilla a Majadahonda. Desde Pozuelo, el eje conecta con la M-40 y acaba enlazando con la ronda sur de Aravaca y la vía de Meaques. En su parte final conecta con la carretera de Castilla y la M-30.
La obra ha sido concluida en tres años y ha costado 9.000 millones de pesetas (600 millones por kilómetro). Según Revenga, el proyecto se ha encarecido en un 20% por el tratamiento cuidadoso de los aspectos medioambientales. Muchos de los tramos de la carretera discurren en desnivel, de forma que los taludes funcionan como pantallas acústicas. Cuenta además con un asfalto especial que disminuye el ruido de los vehículos.
Los primeros vehículos que circularon ayer por la autovía lo hicieron con dos años de retraso a causa de las protestas de los vecinos de la urbanización Monteclaro, en Pozuelo. Estos residentes han paralizado la obra con cuatro interdictos judiciales en otras ocasiones.
En la actualidad, los residentes de Monteclaro tienen pendiente la resolución de una reclamación en Bruselas y un nuevo interdicto. La última resolución judicial dio la razón a la Comunidad de Madrid. Se trata de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que desestima un recurso de los vecinos.
El recuerdo que les dedicó ayer Revenga a los residentes de Monteclaro no fue nada afectuoso: "La tozudez de esta urbanización ha impedido que los intereses generales de los madrileños prevalezcan sobre los particulares de una urbanización que se consideraba dañada".
La empresa constructora Sacir ha anunciado que va a pedir daños y perjuicios a los vecinos de Monteclaro por los retrasos. Estos no boicotearon ayer la inauguración de la carretera.