La invasión de las 'eles'

Francisco P., vecino de la urbanización La Princesa de Móstoles (199.000 habitantes), no es piloto de automovilismo, pero su coche tiene dos abolladuras que harían suponer que se dedica a los rallies. Sin embargo, ambos golpes se deben a los aparcamientos que los inexpertos alumnos de las autoescuelas realizan en la zona.Además de las abolladuras en sus coches, los vecinos de esta urbanización se quejan de los atascos que forman por la mañana los vehículos de las autoescuelas. Aseguran que algunas mañanas tardan en salir a la carretera, distante 50 metros, "hasta 15 minutos". Manuel Sánche...

Francisco P., vecino de la urbanización La Princesa de Móstoles (199.000 habitantes), no es piloto de automovilismo, pero su coche tiene dos abolladuras que harían suponer que se dedica a los rallies. Sin embargo, ambos golpes se deben a los aparcamientos que los inexpertos alumnos de las autoescuelas realizan en la zona.Además de las abolladuras en sus coches, los vecinos de esta urbanización se quejan de los atascos que forman por la mañana los vehículos de las autoescuelas. Aseguran que algunas mañanas tardan en salir a la carretera, distante 50 metros, "hasta 15 minutos". Manuel Sánchez, presidente de la asociación de vecinos, se lamenta: "Hay mañanas en las que se juntan ocho o diez autoescuelas en el mismo ceda el paso; es exasperante, porque tardan demasiado en reanudar la marcha". La normativa municipal que prohíbe la circulación por la localidad de aquellas autoescuelas que no estén implantadas en Móstoles "apenas se cumple", según los afectados. Fuentes, de la Policía Municipal de Móstoles afirman, en cambio, que "la media de multas impuestas por infracciones de ese tipo es de 14 a 16 diarias, con multas que oscilan entre las 15.000 y 50.000 pesetas".

Autoescuelas de gran parte de Madrid eligen Móstoles para las prácticas de sus alumnos porque es en esta ciudad donde luego suelen llevarles los examinadores. Los profesores de autoescuela aseguran que se desplazan a Móstoles "porque los alumnos", dicen, "también tienen derecho a practicar en el sitio donde irán a examinarse". Para evitar las multas, algunas autoescuelas han optado por abrir sucursales en el municipio. De este modo, el número de centros de educación vial ha pasado de los 16 que había hace cinco años al medió centenar que hay en la actualidad.

Los barrios de La Princesa y Estoril II son los que sufren mayor densidad de vehículos en prácticas. "Circulan incluso los fines de semana, cuando eso está terminantemente prohibido", denuncian los vecinos afectados. Según estudios de la Policía Municipal, la frecuencia de paso de autoescuelas es de medio centenar a la hora en ambas zonas y días laborables.

Por lo que respecta al examen, de los 200 vehículos que diariamente salen del circuito establecido por Tráfico, un 60% recorre la ciudad de Móstoles. Y no van más allá porque la duración del examen de circulación no puede exceder de 20, minutos, lo que imposibilita llevar al alumno más allá de Villaviciosa de Odón o Alcorcón, explica Antonio de Blanco, jefe de servicio de formación vial de Tráfico. Para aliviar esta situación, "se ha pedido a las casi 900 autoescuelas madrileñas que dispersen más su radio de acción y salgan a practicar por Madrid y otros municipios", señala De Blanco.

El problema tiene difícil solución y posturas muy enfrentadas. Los vecinos piden un endurecimiento de la aplicación de la normativa y la imposición de sanciones, mientras que los profesores apelan al derecho de los alumnos a conocer las zonas por donde serán examinados. Mientras que Tráfico y el Ayuntamiento inventan un sistema que reduzca el número de vehículos en la zona, los mostoleños tendrán que madrugar 15 o 20 minutos más.