Manu Dibango desembarca con todos los ritmos africanos

Las entradas para el concierto de hoy ya están agotadas

Fue uno de los primeros músicos africanos que desembarcaron en Europa y un ejemplo para quienes han seguido su camino en estos últimos años. Manu Dibango (Camerún, 1933), que en los setenta se hizo muy popular gracias al éxitode Soul Makossa, ha vuelto ahora con Wakafrika, disco que reúne a varios de los mejores artistas de África junto a Peter Gabriel y Sinead O'Connor, para interpretar canciones como Biko o Pata Pata. Dibango se presenta hoy y mañana en el Círculo de Bellas Artes.

El Festival de Jazz de Madrid acoge este fin de semana a un músico africano. Y a uno de los más carismáti...

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Fue uno de los primeros músicos africanos que desembarcaron en Europa y un ejemplo para quienes han seguido su camino en estos últimos años. Manu Dibango (Camerún, 1933), que en los setenta se hizo muy popular gracias al éxitode Soul Makossa, ha vuelto ahora con Wakafrika, disco que reúne a varios de los mejores artistas de África junto a Peter Gabriel y Sinead O'Connor, para interpretar canciones como Biko o Pata Pata. Dibango se presenta hoy y mañana en el Círculo de Bellas Artes.

El Festival de Jazz de Madrid acoge este fin de semana a un músico africano. Y a uno de los más carismáticos: el camerunés Manu Dibango. Sólo él podía ser capaz de reunir en un mismo disco a estrellas como Salif Keita (Mali), Youssou N'Dour (Senegal), Papa Wemba (Zaire), King Sunny Adé (Nigeria) o Angélique Kidjo (Benin). "Si los músicos de diferentes partes de África nos hemos unido, otros pueden hacerlo", decía recientemente con el pensamiento puesto en políticos, médicos...

Wakafrika, que contiene renovadas versiones de clásicos de la música africana como Wimoweh, Jingo o Pata Pata le ha devuelto al éxito 20 años después de Soul Makossa, canción que le valió a Michael Jackson una demanda por plagio. Alguien descubrió que éste había tomado prestado más de un minuto de Soul Makossa para su Wanna be starting something en el álbum Thriller. Los jueces fallaron a favor del camerunés, que recibió su parte correspondiente de los derechos de autor.

Dibango entró en contacto con el jazz en el puerto de Douala, en Camerún, por entonces una colonia francesa. Algunos marineros norteamericanos traían discos de Charlie Parker y Louis Armstrong y el adolescente Emmanuel se quedó fascinado por aquellos sonidos que llegaban del otro lado del océano. En su casa, en cambio, lo que sus padres, de creencias protestantes, escuchaban era música de iglesia; a él le daban clases de piano.

Con 15 años desembarca en Marsella para estudiar en un colegio francés. Cuando llega a Europa, el jazz está en un buen momento y Manu Dibango se enrola en diversas orquestas. Su instrumento favorito: el saxo alto. Es un músico todoterreno que igual ha tocado con la Fania All Stars, Bob Marley y el congoleño Joseph Kabasélé que con Don Cherry, Herbie Hancock o los Brecker Brothers. Responsable de bandas sonoras como la de la película Cómo hacer el amor con un negro sin cansarse y activo participante en conciertos para paliar hambrunas, recibió la condecoración de las Artes y las Letras de manos del ministro de Cultura de Francia y en la televisión del país vecino presenta Saluet Manu, un programa abierto a las culturas del Sur, igual que su música, en la que se mezclan ritmos africanos, caribeños e incluso rap con improvisaciones de jazz.

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Manu Dibango, hoy y mañana, en el Círculo de Bellas Artes (Marqués de Casa Riera, 2). Sesiones a las 21.30 y 23.30. Precio: 2.500 pesetas.

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