Regreso al Palau

Al Palau Blaugrana regresa un Barcelona que no ha vuelto a la Liga desde que lo hiciera cuatro veces consecutivas hasta 1.990, un equipo que ha perdido el fervor del socio- de los 8.000 abonados con los que llegó a contar la temporada 1991-1992 ha pasado a unos 3.000- y que ha sufrida profundas crisis de identidad tras la destitución del propio Maljkovic y la decisión de no renovar a Ignacio SolozábaL Pero a la vez regresa un equipo capacitado para despertar de nuevo la pasión, con un Ferrán repescado tras su paso por el Joventut, y con un Aito García Reneses deseoso de ganarse al público.En t...

Al Palau Blaugrana regresa un Barcelona que no ha vuelto a la Liga desde que lo hiciera cuatro veces consecutivas hasta 1.990, un equipo que ha perdido el fervor del socio- de los 8.000 abonados con los que llegó a contar la temporada 1991-1992 ha pasado a unos 3.000- y que ha sufrida profundas crisis de identidad tras la destitución del propio Maljkovic y la decisión de no renovar a Ignacio SolozábaL Pero a la vez regresa un equipo capacitado para despertar de nuevo la pasión, con un Ferrán repescado tras su paso por el Joventut, y con un Aito García Reneses deseoso de ganarse al público.En tales circunstancias llega el Limoges. No atraviesa el equipo francés por el mejor de sus momentos. Es cuarto en la liga de su país y en la Liga Europea ha ganado un partido y ha perdido otro. Su juego se apoya sobre una defensa que ha creado escuela por su efectividad y en un rigor atacante que depende de la puntería de su alero estadounidense Michael Young al que secundan Forte, Adams y Dacoury. El encuentro llega tan sólo una semana después de que Aíto y Maljkovic pusieran de relieve que siguen odiándose.