EL TOISON QUE VOLÓ

Le esquilaron la piel de cordero al emperador. La compañía Iberia extravió la condecoración real del Toisón de Oro (que representa una piel de cordero) que el rey Juan Carlos entregó al emperador de Japón, Akihito, cuando era príncipe heredero en su viaje a Madrid en 1985, contaba ayer la prensa de Tokio. La casa imperial no ocultó su bochorno al señalar que "este delicado asunto de protocolo diplomático se encuentra bajo investigación" y evitó dar detalles. "Hemos hecho algo muy descortés a España", indicaron sus portavoces. La: condecoración fue enviada como paquete especial y ...

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Le esquilaron la piel de cordero al emperador. La compañía Iberia extravió la condecoración real del Toisón de Oro (que representa una piel de cordero) que el rey Juan Carlos entregó al emperador de Japón, Akihito, cuando era príncipe heredero en su viaje a Madrid en 1985, contaba ayer la prensa de Tokio. La casa imperial no ocultó su bochorno al señalar que "este delicado asunto de protocolo diplomático se encuentra bajo investigación" y evitó dar detalles. "Hemos hecho algo muy descortés a España", indicaron sus portavoces. La: condecoración fue enviada como paquete especial y urgente por la casa imperial antes de la visita de los monarcas Akihito y Michiko a España, el pasado 8 de Octubre, al olvidarse los responsables de protocolo de incluirla en el equipaje oficial, pero no llegó a su destino. Un funcionario de la casa imperial confió el Toisón de Oro de Akihito al mostrador de Iberia en el aeropuerto de Tokio-Narita y solicitó que el valioso objeto fuera tratado con delicadeza y llevado en "un lugar seguro" en la cabina del comandante, informaba ayer el periódico Yomiuri. Fuentes de Iberia en Tokio dijeron que no se les informó del contenido del paquete, pero que aceptaron transportarlo hasta Madrid, aunque al parecer fue facturado como una mercancía normal. Agregaron que la condecoración iba en el vuelo de Iberia del 9 de octubre pasado, que salió de Tokio con 18 horas de retraso y que también transportaba un pasajero real, la infanta Pilar de Borbón, que había asistido como presidenta de la Federación Internacional Hípica a los Juegos Asiáticos en Hiroshirria. La pista del collar se perdió tras despegar el avión de Narita, según Iberia. Al no llegar, el Ministerio de Asuntos Exteriores español cedió al protocolo japonés otro Toisón de Oro que había pertenecido al rey Olaf de Noruega, para que pudiera lucirlo Akihito en el banquete que le ofrecieron los reyes en el palacio de la Zarzuela.-

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