Un Deportivo a velocidad de crucero

XOSÉ HERMIDA El Deportivo se ha cargado las baterías y navega a velocidad de crucero. Empezó la temporada desplegando poderío, aunque con algunas sombras en su expediente: endeblez en Europa y problemas para ganar en casa. La inclusión de Kostadinov y Aldana ha elevado el voltaje atacante del equipo. Y, de momento, muy pocos pueden resistir la descarga. La Real lo intentó con una suma de esfuerzo e inteligencia que mediada la primera parte parecía haber atrapado en la red al Deportivo. Hasta que el talento individual sacó a los coruñeses de la encrucijada y les transportó otra vez al primer p...

XOSÉ HERMIDA El Deportivo se ha cargado las baterías y navega a velocidad de crucero. Empezó la temporada desplegando poderío, aunque con algunas sombras en su expediente: endeblez en Europa y problemas para ganar en casa. La inclusión de Kostadinov y Aldana ha elevado el voltaje atacante del equipo. Y, de momento, muy pocos pueden resistir la descarga. La Real lo intentó con una suma de esfuerzo e inteligencia que mediada la primera parte parecía haber atrapado en la red al Deportivo. Hasta que el talento individual sacó a los coruñeses de la encrucijada y les transportó otra vez al primer puesto.

Toshack montó el clásico sistema muy flexible con el que. suele preparar sus emboscadas a los equipos más potentes. Tan pronto defiende con seis como ataca con cuatro, pese a que teóricamente fuese Kodro el único delantero. Si los futbolistas mantienen la tensión y no se desorganizan, presionando al. contrario, el conjunto obligado a buscar el gol puede acabar de bruces en la sala de tormentos. El Deportivo se salvó tras repasar concienzudamente lo mejor de su repertorio. Pero el tupido centro del campo donostiarra logró secarle las ideas en los momentos en que el fútbol bajó de revoluciones.

Desde el arranque, los dos equipos destilaron credibilidad. A los 47 segundos el Deportivo ya había golpeado la meta de Alberto con un tiro de Kostadinov. Y siguió un cuarto de hora de buen toque. La Real no torció la cara y poco a poco, sin hacer ruido, fue atando minuciosamente al Deportivo. A los 20 minutos los coruñeses empezaron a caer en el aburrimiento, arrastrados por la robustez del rival. Era el orden de la, Real lo que desesperaba a los gallegos. Una organización tan bien dispuesta que hasta permitía a los realistas cazar al vuelo el amplio catálogo de balones con los que intentaban aprovechar los escasos resquicios Bebeto, Fran, Kostadinov o Aldana.

Hasta que llegó la pizca de talento que suele desequilibrar estos duelos entre el engranaje de la máquina y la inspiración del futbolista. Un centro perfecto de Aldana y un zambombazo de volea de Fran redujeron la fortaleza de Toshack. Los coruñeses fueron precavidos y prefirieron gastar sus energías en labores de control esperando el mejor momento de abrir la espita de su gas letal. El encargado fue Kostadinov, que aprovechó una certera asistencia de Aldana.

Los de Arsenio se vieron vencedores y a punto estuvieron de pagar su soberbia. A falta de cinco minutos, Kodro casi rompió la red con un tremendo lanzamiento de falta. Los coruñeses se lo debieron tomar como un insulto porque se lanzaron sobre el área donostiarra. Era una apuesta fuerte que arruinó la banca en dos minutos, el tiempo que necesitó Aldana para hacer el tercer gol. Fue la confirmación de que el Deportivo ha trastocado la rutina de la pasada campaña: da más opciones atacantes al contrario pero le machaca también con mayor dureza.