Tribuna:

Olvido

O mi memoria, como las malas mujeres, se fue con otro o yo leo visiones después de verlas muchos años. Comentaristas de economía que en el decenio 1982-1992 glosaron la política gubernamental creadora de condottieros de la pela como los que hoy día ocupan la primera plana, ahora despotrican contra una economía especulativa que ha arrasado la economía productiva. Hay un general suspiro aliviado que merece la poca capacidad de estupefacción que conservemos. Vale la pena gastarla ahora, porque ocasiones como ésta no vuelven a presentarse y posibilidades de estupefacción nos van a quedar mu...

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O mi memoria, como las malas mujeres, se fue con otro o yo leo visiones después de verlas muchos años. Comentaristas de economía que en el decenio 1982-1992 glosaron la política gubernamental creadora de condottieros de la pela como los que hoy día ocupan la primera plana, ahora despotrican contra una economía especulativa que ha arrasado la economía productiva. Hay un general suspiro aliviado que merece la poca capacidad de estupefacción que conservemos. Vale la pena gastarla ahora, porque ocasiones como ésta no vuelven a presentarse y posibilidades de estupefacción nos van a quedar muy poquitas en los tiempos que se avecinan.Resopla de satisfacción Felipe González porque, ¡por fin!, ha conseguido dejar de apoyar la cultura del pelotazo. Le ha costado desengancharse, pero ahora lo ha logrado y, al parecer, ya sin mono ni necesidad de que le den tratamiento de yonqui de la beautiful people. Resopla en un prudente pero firme segundo plano Jordi Pujol, que en el pasado bailaba sevillanas donde fuera necesario para demostrar su contento por lo bien que iba la política económica del pelotazo y hasta prohijaba a Javier de la Rosa como el financiero en el que tenía depositadas todas sus complacencias. Ahora resulta que Pujol siempre dijo que mal asunto lo de la economía especulativa y que lo bueno era producir y producir, no en balde un refrán catalán que traduzco muy pedestremente dice: "Los catalanes, d las piedras hacen panes". Y los del PNV le han. hecho tantos tercios de quites a la economía especulativa como Jesulín de Ubrique a las prendas íntimas de sus fans.

Ante estos casos de selectiva desmemoria, ¿cómo nos vamos a cebar con algunos comentaristas de economía que al fin y al cabo ni quitan ni ponen rey, pero ayudan a su señor?

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