CiU esgrime una crisis constitucional si se investiga el 'caso Casinos'

Convergència i Unió (CiU), la coalición que preside Jordi Pujol, acudió ayer con armamento de disuasión política a la comisión parlamentaria que investiga la financiación de los partidos. Si el Parlamento investiga el caso tragaperras (PNV) y el caso Casinos de Catalunya (CiU) después de que los parlamentos autónomos respectivos ya lo hicieron y cerraron con un dictamen, se provocaría "un conflicto constitucional entre instancias del Estado de imprevisibles consecuencias políticas", afirmó el portavoz Josep López de Lerma.

Mentar la financiación de los partidos parece tanto como mentar ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Convergència i Unió (CiU), la coalición que preside Jordi Pujol, acudió ayer con armamento de disuasión política a la comisión parlamentaria que investiga la financiación de los partidos. Si el Parlamento investiga el caso tragaperras (PNV) y el caso Casinos de Catalunya (CiU) después de que los parlamentos autónomos respectivos ya lo hicieron y cerraron con un dictamen, se provocaría "un conflicto constitucional entre instancias del Estado de imprevisibles consecuencias políticas", afirmó el portavoz Josep López de Lerma.

Mentar la financiación de los partidos parece tanto como mentar la madre. ¡Qué aluvión de epítetos en la comisión que ayer se reunió en el Congreso!: "Cinismo", "esquizofrenia", "navajeo", "doble moral de la derecha española", "necedad", "aberración". Sólo el partido socialista, por boca de su representante, Fernando Gimeno, parece resignado a que le investiguen cuanto quieran después de cuatro años de vapuleo político-judicial con el caso Filesa. Pero también a los socialistas les inquieta, y por la mañana los estados mayores del PSOE y del Partido Popular (Joaquín Almunia y Rodrigo Rato, portavoces parlamentarios de ambos) trataron de conseguir algún grado de acuerdo para fijar límites y que las aguas no inunden el sistema con peligro de ahogarlo. Y el acuerdo se consiguió, pero poco después llegó el general-secretario de los populares, Francisco Álvarez Cascos, y, según fuentes parlamentarias, desautorizó a sus coroneles. El Grupo Socialista no se opone a que se investigue el caso Filesa, desea que se vea igualmente el caso Naseiro (que afecta al Partido Popular), pero se opone a que la comisión entre en el caso tragaperras y en el caso Casinos, y ello, fundamentalmente, por razones políticas. El PSOE entiende que el mandato del Pleno del Congreso que arranca de una resolución del debate del estado de la nación del pasado mes de abril, por la que se creó la comisión de investigación, especifica estos dos asuntos y fija un "etcétera" que el partido socialista no cree conveniente ampliar para no convertir la comisión en un fuego cruzado de acusaciones para implicar a todos y cada uno de los partidos parlamentarios. José María Aznar, de visita ayer en Barcelona, acusó a socialistas y nacionalistas de "taparse mutuamente las vergüenzas".

Archivado En