Clinton envía a Carter a Haití en un último intento de evitar la invasión

Cuando el operativo militar estaba preparado para una inminente invasión de Haití, el presidente de EE UU, Bill Clinton, decidió ayer enviar una delegación de alto nivel para negociar la salila del general Raoul Cédras del país y evitar un derramamiento de sangre. Encabezada por Jimmy Carter, la delegación viajará a Puerto Príncipe en las próximas 24 horas. Al compás del despliegue naval frente a la isla comenzaron a aparecer divisiones en la cúpula militar.

Cerca de 20.000 soldados de EE UU se encuentran listos para intervenir en el país caribeño en cualquier momento en una invasión qu...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Cuando el operativo militar estaba preparado para una inminente invasión de Haití, el presidente de EE UU, Bill Clinton, decidió ayer enviar una delegación de alto nivel para negociar la salila del general Raoul Cédras del país y evitar un derramamiento de sangre. Encabezada por Jimmy Carter, la delegación viajará a Puerto Príncipe en las próximas 24 horas. Al compás del despliegue naval frente a la isla comenzaron a aparecer divisiones en la cúpula militar.

Más información

Cerca de 20.000 soldados de EE UU se encuentran listos para intervenir en el país caribeño en cualquier momento en una invasión que podría controlar el país en 48 horas, según el secretario de Defensa, William Perry. Los responsables del Pentágono han señalado que los militares golpistas ha¡tianos disponen de un máximo de tres días para abandonar el poder o afrontar la invasión.En presencia de Clinton y de representantes de 24 países que colaborarían en la invasión, el derrocado presidente de Haití Jean-Bertrand Aristide manifestó anoche en Washington que no habrá represalias tras su regreso al poder y prometió una amnistía política. Aristide fue depuesto por un golpe militar en septiembre de 1991.

Mientras la población de Haití asiste entre el temor y la resignación a la presencia de buques de guerra de Estados Unidos frente a sus playas, la cúpula militar dio ayer muestras de división. El propio Cédras, pese a sus recientes declaraciones de que resistiría hasta el final, se vio ayer tentado por la oferta del presidente de Panamá, Ernesto Pérez Balladares, que le ha ofrecido asilo político.

Archivado En