Polémica en México sobre el margen de la victoria del candidato del PRI

Una sola cosa ha quedado clara del tortuoso proceso electoral mexicano: Ernesto Zedillo, candidato a la presidencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ganó. En lo que nadie se pone de acuerdo es con qué porcentaje de votos.Aplicando los esquemas de las democracias tradicionales, Zedillo logró un 48,77% de los votos. A este porcentaje, sin embargo, el Instituto Federal Electoral (IFE) añadió otro: el resultante de descontar del recuento los votos nulos o en blanco, en cuyo caso la cifra alcanzaría el 50,18%, rebasando por los pelos la mayoría absoluta.

La legislación mexicana...

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Una sola cosa ha quedado clara del tortuoso proceso electoral mexicano: Ernesto Zedillo, candidato a la presidencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ganó. En lo que nadie se pone de acuerdo es con qué porcentaje de votos.Aplicando los esquemas de las democracias tradicionales, Zedillo logró un 48,77% de los votos. A este porcentaje, sin embargo, el Instituto Federal Electoral (IFE) añadió otro: el resultante de descontar del recuento los votos nulos o en blanco, en cuyo caso la cifra alcanzaría el 50,18%, rebasando por los pelos la mayoría absoluta.

La legislación mexicana, hecha a medida del PRI, que se ha mantenido en el poder durante 65 años, otorga al Gobierno la facultad de elegir cuál de los porcentajes -el de votos totales o votos válidos- será el oficial.

Hasta ahora esta peculiar medida nunca había generado problemas, porque los candidatos priístas obtenían porcentajes tan abrumadores como irreales. Pero en este caso ha levantado ronchas, porque lo que está en juego es la mayoría absoluta. Por lo pronto, el Partido de Acción Nacional (PAN), que obtuvo un 25,94%, y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), con un 16,60%, han presentado numerosas impugnaciones.

La participación casi llegó al 78%, cifra sorprendente si se compara con las elecciones de 1988, que sólo registraron un 48% de asistencia a las urnas.

En el sureño estado de Chiapas, cuna del levantamiento zapatista del 1 de enero, la Asamblea estatal nombró a Eduardo Robledo, candidato del PRI, gobernador electo, en medio de las protestas del PRI) y de las organizaciones sociales que apoyan al opositor Amado Avendaño y que han decidido no abandonar una estrategia de resistencia civil. El Ejército Zapatista de Liberación Nacional permanece en alerta roja desde el día siguiente a la celebración de los comicios.

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