GENTE 94

A DE LA ROSA LE VIGILAN EL CASCO

La parafernalia de seguridad que despliegan Conde y de la Rosa, dos hombres de negocios que la vida ha tambaleado, sigue siendo ostensible, parecida a sus grandes épocas, en plena era del pelotazo y riqueza desmedida. Conde se esconde con sus escoltas cerca del golf de Pollença. De la Rosa se deja ver, poco, en su fastuoso yate Blue Legend. Dos turistas de Puerto Portals explican que en un restaurante el ex empresario de KIO fue recriminado por varios clientes. Para evitar problemas mayores, los buzos de su servicio de seguridad revisan periódicamente el casco de la embarcación. Y si un...

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La parafernalia de seguridad que despliegan Conde y de la Rosa, dos hombres de negocios que la vida ha tambaleado, sigue siendo ostensible, parecida a sus grandes épocas, en plena era del pelotazo y riqueza desmedida. Conde se esconde con sus escoltas cerca del golf de Pollença. De la Rosa se deja ver, poco, en su fastuoso yate Blue Legend. Dos turistas de Puerto Portals explican que en un restaurante el ex empresario de KIO fue recriminado por varios clientes. Para evitar problemas mayores, los buzos de su servicio de seguridad revisan periódicamente el casco de la embarcación. Y si una barca curiosa la rodea, inmediatamente aparece en cubierta un vigilante. Solchaga, testigo que fue de la eclosión de Conde y de la Rosa, se desplaza, solo, al volante de un Corsa de alquiler. Su ex compañero de gabinete, el vicepresidente Narcís Serra también sale de excursión.Éste entró en un cochecito por las calles cerradas del pueblo de Alaró, y preguntó a un municipal dónde estaba el ayuntamiento.-

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