Horarios comerciales
Quiero dar las gracias al decreto Leguina sobre horarios comerciales, que me obliga, si no quiero desplazarme a otro barrio distinto al mío, a comprar los domingos el pan en las tiendas donde no lo compro nunca, a comer el pan de la calidad que esos establecimientos tengan a bien darme sin yo poder elegir, a aguantar grandes colas ya que no hay otro sitio donde comprarlo, y a levantarme temprano antes de que se acaben las existencias...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Quiero dar las gracias al decreto Leguina sobre horarios comerciales, que me obliga, si no quiero desplazarme a otro barrio distinto al mío, a comprar los domingos el pan en las tiendas donde no lo compro nunca, a comer el pan de la calidad que esos establecimientos tengan a bien darme sin yo poder elegir, a aguantar grandes colas ya que no hay otro sitio donde comprarlo, y a levantarme temprano antes de que se acaben las existencias