MOZART TIEMBLA DE EMOCIÓN.

Hasta el último suspiro está cuidado en el programa que la mezzosoprano Teresa Berganza ha preparado para su recital de hoy en el Mozarteum de Salzburgo. La cantata de Ariadna en Naxos, de Haydn, las canciones de niños de Moussorgski o las canzonettas de Rossini son oro puro en la voz de una de las artistas más elegantes, exquisitas y depuradas de la lírica en este siglo. Su sentido del espectáculo es portentoso. Pisa con garbo, sonríe con afectuosa picardía, entrega su corazón en cada actuación. Berganza es pura pasión. El reconocimiento del festival es un homenaje tan me...

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Hasta el último suspiro está cuidado en el programa que la mezzosoprano Teresa Berganza ha preparado para su recital de hoy en el Mozarteum de Salzburgo. La cantata de Ariadna en Naxos, de Haydn, las canciones de niños de Moussorgski o las canzonettas de Rossini son oro puro en la voz de una de las artistas más elegantes, exquisitas y depuradas de la lírica en este siglo. Su sentido del espectáculo es portentoso. Pisa con garbo, sonríe con afectuosa picardía, entrega su corazón en cada actuación. Berganza es pura pasión. El reconocimiento del festival es un homenaje tan merecido como entrañable. Mozart está ya temblando de emoción ante la visita de la gran dama.-

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