Los controladores franceses cierran por sorpresa sus aerovías y agravan el caos en el aeropuerto de Palma

El centro de control de Marsella mantuvo ayer la huelga de celo y las restricciones en el tráfico aéreo, lo que impidió que el aeropuerto de Palma de Mallorca recuperara la normalidad tras el caos del domingo. Los técnicos franceses aplicaron la táctica de la confusión, cerrando y abriendo sus aerovías en diferentes periodos, lo que creó graves perjuicios a las compañías aéreas. Un total de 40.000 pasajeros y 340 vuelos sufrieron los efectos de los retrasos, que ayer alcanzaban puntas de 15 horas.El tráfico en el aeródromo mallorquín se redujo ayer casi a la mitad, pero las dificultades operat...

El centro de control de Marsella mantuvo ayer la huelga de celo y las restricciones en el tráfico aéreo, lo que impidió que el aeropuerto de Palma de Mallorca recuperara la normalidad tras el caos del domingo. Los técnicos franceses aplicaron la táctica de la confusión, cerrando y abriendo sus aerovías en diferentes periodos, lo que creó graves perjuicios a las compañías aéreas. Un total de 40.000 pasajeros y 340 vuelos sufrieron los efectos de los retrasos, que ayer alcanzaban puntas de 15 horas.El tráfico en el aeródromo mallorquín se redujo ayer casi a la mitad, pero las dificultades operativas que controladores y compañías aéreas arrastran desde el viernes se mantuvieron en toda su intensidad. El centro de Marsella trasladó su huelga de celo al ámbito donde hace más daño: la apertura y cierre indiscriminado de aerovías.

El ministro de Comercio y Turismo, Javier Gómez Navarro, reconoció ayer que el Colapso supone un grave coste de imagen para España, informa Efe. Sin embargo, el ministro agregó: "Los turistas tienen claro que la responsabilidad de lo que está ocurriendo no es nuestra". Su compañero de gabinete José Borrell, titular de Obras Públicas, agradeció a los controladores y demás trabajadores, del aeropuerto de Palma que "se hayan dejado el pellejo trabajando para evitar el colapso".

Entre las 11. 30 y las 12.30, los técnicos franceses impidieron el paso de los aviones y anunciaron a los controladores de Baleares que el primer slots (hora aprobada de despegue) lo iban a conceder a las dos de la tarde, según confirmó Sergio Vila, portavoz de las compañías que operan en Palma.

Las autorizaciones para sobrevolar cielo francés fueron más numerosas entrada la tarde, pero siempre con la incertidumbre de un cierre repentino de las aerovías. Un vuelo de Spanair fletado en Suiza no recibió autorización para cruzar el espacio aéreo marsellés con destino a Mallorca y tuvo que regresar cuando ya acumulaba siete horas de retraso. Otro vuelo Palma Düsseldorf acumuló una demora de 22 horas.