Crítica:

José Luis Moreno convierte el Calderón en un plató televisivo

Flamenco y samba para una nueva etapa

No hay ningún muñeco de madera en el espectáculo de baile español y samba brasileña que estrenó el ventrílocuo José Luis Moreno en el teatro Calderón el pasado jueves. Moreno se ha quedado con la explotación del local por los próximos cinco años, y su proyecto teatral -en el que ya ha invertido 76 millones, de los 250 previstos- no sólo incluye plumas de cabaretera. El empresario promete abrir gratuitamente las puertas del Calderón a los actores que no encuentren locales de ensayo. La promesa se hará efectiva a partir de septiembre, y sólo por las mañanas.

Los proyectos de Moreno no cab...

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No hay ningún muñeco de madera en el espectáculo de baile español y samba brasileña que estrenó el ventrílocuo José Luis Moreno en el teatro Calderón el pasado jueves. Moreno se ha quedado con la explotación del local por los próximos cinco años, y su proyecto teatral -en el que ya ha invertido 76 millones, de los 250 previstos- no sólo incluye plumas de cabaretera. El empresario promete abrir gratuitamente las puertas del Calderón a los actores que no encuentren locales de ensayo. La promesa se hará efectiva a partir de septiembre, y sólo por las mañanas.

Viaje fantástico por la danza

Teatro Calderón (c/ Atocha, 18). De martes a domingo, a las 19.30 y 23.00. Entre 2.500 y 500 pesetas.

Los proyectos de Moreno no caben en su despacho del teatro Calderón, adecuadamente refrigerado, mientras en la sala los abanicos no movían el aire, que era inexistente. Desde hace 15 días es el nuevo explotador del Calderón, cuyos anteriores empresarios cerraron sus puertas el. 31 de abril pasado. La primera inyección de dinero ha remozado moquetas, paredes y algunos sanitarios, pero no ha bastado para el aire acondiciconado. "Quiero que el Calderón sea un ateneo vivo, con las puertas abiertas para actores jóvenes y para exposiciones teatrales. Mi intención es que algún día no sea sólo el explotador sino también el dueño", afirma Moreno.Un nutrido grupo de actores, encabezados por Juanjo Puigcorbé, quería el Calderón para hacer teatro propio, pero la oferta artística de Moreno convenció a los propietarios. "No lo sabía, pero lo más probable es que haya evitado un montón de preocupaciones a un montón, de actores" comenta Moreno.El nuevo empresario del Calderón ha abierto rápidamente sus puertas. La coreógrafa y primera bailarina del ballet Alhambra, Yolanda Gabiño, no se asustó ante el reto. "Hemos tenido sólo una semana para ensayar, Ha sido duro porque todas las coreografías son nuevas, pero estamos acostumbrados porque en televisión es el mismo ritmo", señala Gabiño. Su ballet lleva varias temporadas colaborando con la gala de televisión Noche espectacular, producida y presentada por el propio Moreno. Sus compañeros de escenario, jóvenes de una escuela de samba de Brasil que pasan- la mayor parte del show en calzoncillos o tanga, también han compartido plató de televisión con Moreno. Gabino no teme a sus desnudos. "Dan mucha vistosidad. Y así se consigue una rica mezcla de folclor. Si sólo estuviéramos nosotros sería muy monótono", comenta.

Los brasileños y brasileñas no sólo bailan samba. Se contonean y se desvisten. delante de las narices-literalmente- de los espectadores de las primeras filas. Sin mucha imaginación, un baile brasileño sucede a uno español, lo que significa que, después de Doña Francisquita, irrumpan los azotes del bakalao. Los juegos de luces tampoco distinguen entre La vida breve, de Falla, y una samba bullanguera: van dirigidos directamente a los ojos del público.

Moreno está satisfecho con los resultados. "Si quisiera hacer obras de- Brecht hubiera alquilado una sala pequeña. Y. habría puesto una estatua de Schopenhauer en la puerta. Haré comedias de Mihura, Paso o Arniches, pero más adelante", promete.

El ventrílocuo sólo quiere cumplir su sueño: hacer del Calderón un gran teatro para Madrid. "Tengo 47 años, 28 de ellos de profesión, 120 premios internacionales y mi economía es buena. Un hombre con un muñequito al lado, algo que puede parecer bastante ridículo, no, puede llegar a más. Lo que me emociona es que se levante el telón".

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