Moody's rebaja la calificación de la deuda de Renfe sin aval del Estado
La agencia Moody's, que califica el riesgo de las emisiones de deuda de compañías y estados soberanos en el mundo, anunció ayer su decisión de rebajar el rating de las emisiones de deuda en pesetas realizadas por Renfe desde el pasado 28 de enero, cuando entraron en vigor sus nuevos estatutos. La medida, justifica Moody's, se debe a la desaparición del estatuto que hasta esa fecha garantizaba el pago de los intereses y el principal de la deuda emitida por la compañía pública con un aval del Estado. Este año el Gobierno ha limitado su aval a 27.000 millones.
Así, el rating...
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La agencia Moody's, que califica el riesgo de las emisiones de deuda de compañías y estados soberanos en el mundo, anunció ayer su decisión de rebajar el rating de las emisiones de deuda en pesetas realizadas por Renfe desde el pasado 28 de enero, cuando entraron en vigor sus nuevos estatutos. La medida, justifica Moody's, se debe a la desaparición del estatuto que hasta esa fecha garantizaba el pago de los intereses y el principal de la deuda emitida por la compañía pública con un aval del Estado. Este año el Gobierno ha limitado su aval a 27.000 millones.
Así, el rating de los créditos y obligaciones (de 5 a 30 años) emitidos en pesetas desde el 28 de enero, que ascienden a 108.000 millones, según un portavoz de Renfe, pasa de Aaa (la calificación más elevada que supone el menor riesgo de emisión) a Aa1, el grado inmediatamente inferior, que se aplica a los títulos de alta calidad, aunque con unos márgenes de protección menores. Fuentes de Renfe aseguran que la rebaja no modificará las condiciones de financiación de la compañía.
La agencia internacional señala que bajo el nuevo marco legal de Renfe, el Reino de España no garantiza todas las emisiones de la compañía. "No obstante", añade en su nota, "la deuda emitida antes del 28 de febrero de 1994 seguirá beneficiándose de la garantía del Estado y, por ello, no se ve afectada por la rebaja".
El cambio en los estatutos se efectuó para adaptar las directivas de Renfe a las de la Unión Europea, así como a la nueva Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres.