MUNDIAL 94

Brasil-Italia, final para el tetracampeonato

El primer tetracampeón del mundo nacerá en los Estados Unidos el próximo domingo. El Mundial se despedirá con un duelo entre dos tricampeones: Brasil-ltalia. El nombre de los finalistas evoca recuerdos gratificantes. Ellos fueron los equipos que se jugaron el título en 1970. Las imágenes de aquella final son imborrables especialmente para Brasil. Nunca disputó el título desde entonces hasta el miércoles. Vuelve ahora, 24 años después, al mejor de los escenarios con un grupo menos artístico y más fajador, sin un medio centro que maneje el juego, pero con alguien que decide por si solo: Romario....

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El primer tetracampeón del mundo nacerá en los Estados Unidos el próximo domingo. El Mundial se despedirá con un duelo entre dos tricampeones: Brasil-ltalia. El nombre de los finalistas evoca recuerdos gratificantes. Ellos fueron los equipos que se jugaron el título en 1970. Las imágenes de aquella final son imborrables especialmente para Brasil. Nunca disputó el título desde entonces hasta el miércoles. Vuelve ahora, 24 años después, al mejor de los escenarios con un grupo menos artístico y más fajador, sin un medio centro que maneje el juego, pero con alguien que decide por si solo: Romario.Italia es otro caso. Han pasado 12 años desde su último título y su recorrido recuerda el de España 82, cuando un mal comienzo dio pie a una irresistible ascensión. La Italia del 82 conserva un recuerdo menos imborrable que el Brasil del 70: Antognoni, Conti y Rossi no pueden compararse con el quinteto ofensivo que dibujó un gran fútbol en México: Jairzinho, Gerson, Tostao, Pelé y Rivelino. Italia y Brasil no están tan separadas en el terreno de juego como lo estuvieron en 1970. Brasil no es sólo magia, al igual que Italia no es sólo defensa. Brasil se ha europeizado e Italia, dirigida por Sacchi, ha modificado su estilo: no cede la iniciativa, la busca. Ambas cuentan con el pressing como un arma defensiva y ambas tienen un personaje. Romario es a Brasil lo que Baggio a Italia. O rei Romario contra San Baggio, el guión dispone de dos grandes actores: vacante el trono tras la accidentada muerte futbolística de Maradona, dos jugadores con gran olfato y una indudable carga mortífera en sus piernas (cinco goles contemplan a cada uno, decisivos todos ellos) se disputan abrir un nuevo reinado.

Será la enésima edición del eterno duelo Europa-América. Será una final que romperá dos situaciones de equilibrio: terminará temporalmente la igualdad entre Europa y América (siete cada uno) y nacerá un nuevo tetracampeón.

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