El G-7 y Rusia amenazan con imponer la división territorial de Bosnia

Los dirigentes de los siete países más industrializados del mundo (G7) y Rusia apoyaron ayer, con todo el peso de su poder, el plan de paz para Bosnia presentado en Ginebra por el Grupo de Contacto (Estados Unidos, Rusia y la Unión Europea), y advirtieron que garantizrán su aplicación tanto si las partes beligerantes lo aceptan como si lo rechazan. La cumbre del G-7 concluyó ayer en Nápoles (Italia) con la asistencia de un invitado especial, el presidente de Rusia, Borís Yeltsin, y con duros mensajes a Corea del Norte y a Haití.

Los líderes mundiales presionan a las partes beligerantes ...

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Los dirigentes de los siete países más industrializados del mundo (G7) y Rusia apoyaron ayer, con todo el peso de su poder, el plan de paz para Bosnia presentado en Ginebra por el Grupo de Contacto (Estados Unidos, Rusia y la Unión Europea), y advirtieron que garantizrán su aplicación tanto si las partes beligerantes lo aceptan como si lo rechazan. La cumbre del G-7 concluyó ayer en Nápoles (Italia) con la asistencia de un invitado especial, el presidente de Rusia, Borís Yeltsin, y con duros mensajes a Corea del Norte y a Haití.

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Los líderes mundiales presionan a las partes beligerantes en Bosnia (croatas, musulmanes y serbios) para que acepten el plan, presentado en Ginebra el pasado día 6, antes del próximo día 19 si no quieren sufrir la imposición de sanciones. El plan atribuye el 51% del territorio bosnio a los croatas y musulmanes, y el 49% restante, a los serbios. Tras el respaldo del G-7 y Rusia cuenta con unos apoyos como hasta ahora no había logrado ningún proyecto de paz para Bosnia. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, anfitrión de la cumbre, aseguró que el plan no aspira a imponerse por contener alguna solución milagrosa, sino porque, si no se aprovecha esta oportunidad, "hay un grave riesgo de que la guerra vuelva a empezar a gran escala". Junto al conflicto bosnio, la evolución de Corea del Norte tras la muerte del presidente Kim Il Sung es la segunda gran preocupación del G-7, por lo que exige al régimen norcoreano una "total transparencia" en sus programas nucleares y le urge a que continúe el diálogo con Corea del Sur.

El líder ruso, Borís Yeltsin, acudió a la reunión de los gran des con la convicción de que Rusia acabará incorporándose al selecto grupo, aunque indicó: "El oso ruso no entrará rompiendo la ventana. Esperaremos a que los sistemas económicos de los Siete y el nuestro sean más homogéneos".

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