Clemente ha errado su laboratorio

Caminero, única novedad ante Italia del equipo que ganó a Suiza

Clemente ha cerrado su laboratorio. No habrá más experimentos. El cuarto proyecto funcionó ante Suiza y se repetirá ante Italia. Volverá un equipo de gran contenido defensivo, preparado para el contragolpe, capaz de interpretar el partido de la forma que ha dicho Bakero: un combate cuerpo a cuerpo. El técnico español sólo está pendiente de la evolución de Hierro, que continúa con sus molestias en los abductores. La única novedad será el retorno de Caminero. El centrocampista del Atlético ocupará el puesto de Hierro o de Bakero.

Como ocurre habitualmente en los Mundiales, el paso de los ...

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Clemente ha cerrado su laboratorio. No habrá más experimentos. El cuarto proyecto funcionó ante Suiza y se repetirá ante Italia. Volverá un equipo de gran contenido defensivo, preparado para el contragolpe, capaz de interpretar el partido de la forma que ha dicho Bakero: un combate cuerpo a cuerpo. El técnico español sólo está pendiente de la evolución de Hierro, que continúa con sus molestias en los abductores. La única novedad será el retorno de Caminero. El centrocampista del Atlético ocupará el puesto de Hierro o de Bakero.

Como ocurre habitualmente en los Mundiales, el paso de los encuentros ha cribado jugadores y alineaciones. Cada partido ha visto un modelo diferente. Clemente defendía esta forma volátil de interpretar el fútbol con un argumento constante: "Vivo partido a partido porque es importante estar atento a lo que hacen los rivales". Es cierto que Clemente siempre ha sentido una especial debilidad por contestar al adversario con alguna argucia táctica, pero es más probable que el técnico haya buscado hasta encontrar el equipo que quiere. Ya lo tiene. Es el mismo de Suiza.

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En la vida de Clemente como seleccionador habrá dos partidos que le marquen. El primero es el de Dublín, Ir landa. Durante un año ha repetido la salmodia hasta la extenuación: "Aquél fue el partido perfecto". El tiempo se ha encargado de cuestionar la verdadera altura del partido de Dublín, condicionado sobre todo por las características de los irlandeses, un equipo que tiene un perfil de juego muy peculiar, casi único. La segunda caída de Damasco se produjo ante Suiza.

El partido se salvó con un resultado contundente y un juego que ha dividido a la crítica. Clemente no ha dudado en definir como espléndido el fútbol de su equipo en Washington. Se siente absolutamente satisfecho. Es su equipo, y no tiene grandes diferencias con aquél de Dublín. La diferencia principal estriba en el tipo de delantero que ha utilizado en los dos partidos. Frente a Irlanda alineó a Salinas, un jugador lento, propenso a jugar de espaldas a la portería y con un sentido oportunista del gol. Ante Suiza puso a Luis Enrique, el jugador más versátil del fútbol español. Rápido, con regate y facilidad de desplazamientos, Luis Enrique realizó un buen encuentro frente a la defensa lineal de Suiza.

Diez jugadores son seguros: Zubizarreta, Ferrer, Alkorta, Nadal, Abelardo, Camarasa, Goikoetxea, Caminero, Sergi y Luis Enrique. La clave está en la posición de Caminero. Si Hierro no se recupera de su dolencia, el centrocampista del Atlético ocupará su puesto en la media. Pero Clemente considera fundamental la autoridad de Hierro en el jugo aéreo y su poderío físico.

La ubicación más probable de Caminero es en la media punta, en la posición de Bakero. Clemente cree que debe exprimir el excelente momento de Caminero, el jugador español que más ha impresionado en el Mundial. Además, el técnico considera vital la conexión con Luis Enrique y cree que con Caminero la amenaza para la defensa italiana será mayor.

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