Cartas al director

La realidad virtual sobre silla de ruedas

Soy minusválida. Voy en silla de ruedas y ello no me causa ningún complejo de anormal.Animada por la propaganda me acerqué el día 7 de mayo al Museo de la Ciencia (Alcobendas) para ver la exposición La realidad virtual. A la entrada recibí todo tipo de atenciones y la seguridad de que no me encontraría ningún inconveniente para verla y... pagué, como todos.

Pero la realidad fue otra. Holografías, anamorfosis, visión estereocópica, ventanitas de visión, etcétera, estaban a una altura superior a un metro, que es lo que consigo alcanzar sentada, o, sencillamente, los l...

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Soy minusválida. Voy en silla de ruedas y ello no me causa ningún complejo de anormal.Animada por la propaganda me acerqué el día 7 de mayo al Museo de la Ciencia (Alcobendas) para ver la exposición La realidad virtual. A la entrada recibí todo tipo de atenciones y la seguridad de que no me encontraría ningún inconveniente para verla y... pagué, como todos.

Pero la realidad fue otra. Holografías, anamorfosis, visión estereocópica, ventanitas de visión, etcétera, estaban a una altura superior a un metro, que es lo que consigo alcanzar sentada, o, sencillamente, los lugares eran inaccesibles para mi silla de ruedas (obstáculos, escaleras ... ).

Con todo, la realidad más cruda me ha venido posteriormente. La hoja de reclamaciones en la que expongo mis quejas (pago normal... visión normal) no debe servir para mucho. Esta gente debe creer que no merece el más mínimo detalle de educación, como es contestar a una queja, a mi juicio, justificada.

Alguien escribió: "Desgraciado el país que tiene necesidad de héroes" (Bertolt Brecht). Yo matizaría: "Desgraciados los que promocionan ese tipo de país y sólo cuidan su imagen personal".-

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