Cartas al director

Beligerancia activa

En mi condición de asiduo lector de su periódico, debo confesarles la irritación que hasta hoy me provocaba su inexplicable silencio ante las acusaciones que de falta de independencia les son imputadas desde hace años. Supongo que no se sorprenderán si les digo que incluso hubo un tiempo en el que, en algunos círculos no exentos de cierta maledicencia, se les conocía como el segundo BOE.Ésta su, hasta ahora, peculiar actitud editorial les ha llevado en algunas ocasiones, cegados por un arrogante afán de reivindicar su imparcialidad más con hechos que con palabras, a cometer los mismos e...

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En mi condición de asiduo lector de su periódico, debo confesarles la irritación que hasta hoy me provocaba su inexplicable silencio ante las acusaciones que de falta de independencia les son imputadas desde hace años. Supongo que no se sorprenderán si les digo que incluso hubo un tiempo en el que, en algunos círculos no exentos de cierta maledicencia, se les conocía como el segundo BOE.Ésta su, hasta ahora, peculiar actitud editorial les ha llevado en algunas ocasiones, cegados por un arrogante afán de reivindicar su imparcialidad más con hechos que con palabras, a cometer los mismos errores de ligereza informativa que quienes les vienen acusando y a caer en excesos que generosamente calificaría de "veniales pecadillos sensacionalistas" que en nada tenían que ver con la esencia del que debiera ser siempre su estilo periodístico. Sería gratificante que en el futuro se prodigasen más en esa línea editorial de beligerancia activa frente a tanto ditirambo del chascarrillo político. De esta manera, no sólo defenderán su independencia y dignidad, sino también la de sus lectores, a quienes, como a veces nos sucede, se nos acusa de clientelismo político por el hecho de llevar su diario bajo el brazo-

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