Cartas al director

Comisión

A consecuencia de conocer lo que un alto cargo político cobra en concepto de dietas y prebendas por no tener su residencia habitual en el lugar donde trabaja (caso de los altos cargos del Ministerio de Administraciones Públicas); a la vista de que un ex ministro cobra el 80% de su sueldo durante los dos años siguientes a su cese, siendo tal remuneración compatible con otro/s empleo/s remunerado/s, incluso también con el de diputado; por razón de haber leído que ese mismo ex ministro o ex consejero tiene derecho a una pensión vitalicia a causa de haber ocupado tal cargo, siendo dicha pensión co...

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A consecuencia de conocer lo que un alto cargo político cobra en concepto de dietas y prebendas por no tener su residencia habitual en el lugar donde trabaja (caso de los altos cargos del Ministerio de Administraciones Públicas); a la vista de que un ex ministro cobra el 80% de su sueldo durante los dos años siguientes a su cese, siendo tal remuneración compatible con otro/s empleo/s remunerado/s, incluso también con el de diputado; por razón de haber leído que ese mismo ex ministro o ex consejero tiene derecho a una pensión vitalicia a causa de haber ocupado tal cargo, siendo dicha pensión compatible con otra/s pensión/es producto de sus empleos no políticos; a la vista de la situación política, social y económica actual, y a la luz de la lectura del genial libro de Javier Echeverría titulado Telépolis, creo que sería un deber de los ciudadanos de este país como conditio sine qua nonPasa a la página siguiente

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para participar en las próximas elecciones que se avecinan y en las subsiguientes el exigir el justo e ineludible cobro de una comisión por el valor especulativo y la capitalización que regalamos a los políticos con nuestro voto, para que ellos dispongan luego de él a su antojo. Hagamos caso a los que tan altruistamente nos predican la participación electoral, pero tomándoles a ellos de modelo, no hagamos nada gratis. (Ya no sé si lo digo con ironía o no, pero seguro que los aludidos se sonreirán).- Roberto Hernáez Rubio.

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