Solchaga vincula la intervención de Banesto con la fíltración del escándalo Rubio'

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Carlos Solchaga, ex ministro de Economía y ex presidente del Grupo Parlamentario Socialista, atribuyó ayer implícitamente a la intervención de Banesto, el 28 de diciembre pasado, las filtraciones periodísticas entorno al caso del ex gobernador del Banco de España Mariano Rubio y sus relaciones con Ibercorp. Solchaga, que declaró durante casi cuatro horas ante la comisión Rubio del Congreso, señaló que el escándalo se destapó al poco tiempo de la intervención del banco que entonces presidía Mario Conde. Según fuentes de la comisión, Solchaga se limitó a subrayar la proximidad de los dos acontecimientos, pero no quiso ir más allá y repitió frases del estilo de "yo no digo nada".

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Según fuentes de la comisión, el ex ministro de Economía se refino a las decisiones tomadas por el presidente del Gobierno, Felipe González, en 1992, cuando se destapó el primer escándalo Ibercorp, y aseguró que el asunto plenamente el mantenimiento de Rubio como gobernador del Banco de España, porque, de otra forma, habría tenido que dimitir.

Las mismas fuentes creyeron ver en esta declaración el reconocimiento velado de que Solchaga habría preferido una actitud más dura en aquel momento, aunque señalaron que el ex ministro se hizo corresponsable de la decisión.

La comisión Rubio inició ayer sus trabajos con la comparecencia de Miguel Boyer, antecesor de Solchága al frente de Economía y Hacienda, en un clima de discreción y sigilo, radicalmente diferente al que ha presidido la comisión Roldán.

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Sólo Solchaga y los representantes de Izquierda, Unida, Jerónimo Andreu y Francisco Frutos, quisieron hacer declaraciones sobre lo discutido en la comisión.

Solchaga fue muy rotundo cuando se le preguntó si sentía que el ex gobernador le había traicionado: "No lo siento, lo sé. Mariano Rubio ha traicionado mi confianza", dijo. A la pregunta sobre si se había equivocado al mantener a Rubio en febrero de 1992, Solchaga quiso matizar que, "con la información que tenía entonces el Gobierno, era una decisión arriesgada, pero fue una decisión adecuada".

Los representantes de IU, refiriéndose a estos mismos momentos de la comparecencia de Solchaga, reiteraron que tenían razón cuando en febrero de 1992 fueron la primera fuerza política que pidió la dimisión del entonces gobernador.

Para IU, las declaraciones de Solchaga refuerzan su tesis de que deben comparecer altos cargos de Economía. En concreto, pretenden que pasen por la comisión los directores generales de Tributos y del Tesoro de aquellos años, ya que piensan "que el enriquecimiento de De la Concha y Rubio ha sido posible a través de un entramado con fuerte base administrativa".

Antes de su declaración en la comisión, el ex presidente del Grupo Socialista había dejado caer un comentario irónico: "Con un poco de, suerte vamos a convertir el Parlamento en un juzgado de guardia, con todo el morbo que ello tiene".

La comparecencia de Solchaga se produjo después de la de Miguel Boyer, responsable del nombramiento del Rubio, que se sometió a las preguntas de los comisionados durante dos horas y media.

A la salida, rodeado de una cincuentena de periodistas, Miguel Boyer manifestó: "Piensen ustedes que hace nueve anos que dejé de ser ministro, y la mayor parte de estas cosas han pasado mucho después". Tras asegurar que ya ha explicado "más de cuarenta veces" su relación con Ibercorp, el ex ministro insistió en que ésta fue "como cliente, y en una operación exclusivamente realizada entre 1889 y 1990'.

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