Acto de contrición

Me acuso de tener casi 29 años y estar en paro. Me acuso de haber estudiado periodismo y de haber trabajado como tal durante más de dos años. Me acuso de haberme quedado sin empleo al tener que realizar el servicio militar. Me acuso de no recibir ningún tipo de a, o subvención económica deyuda ninguna clase. Me acuso de tener amigos licenciados que trabajan en ocupaciones que nada tienen que ver con sus estudios.

Me acuso de tener una novia que me animó a crear una asociación y una revista cultural. Me acuso de intentar lanzar, junto a ella, esa publicación con el propósito de que se co...

Me acuso de tener casi 29 años y estar en paro. Me acuso de haber estudiado periodismo y de haber trabajado como tal durante más de dos años. Me acuso de haberme quedado sin empleo al tener que realizar el servicio militar. Me acuso de no recibir ningún tipo de a, o subvención económica deyuda ninguna clase. Me acuso de tener amigos licenciados que trabajan en ocupaciones que nada tienen que ver con sus estudios.

Me acuso de tener una novia que me animó a crear una asociación y una revista cultural. Me acuso de intentar lanzar, junto a ella, esa publicación con el propósito de que se convirtiera en la única posibilidad de expansión, expresión y medio de comunicación de todos los que nos hemos visto en la obligación de renunciar a nuestra vocación para trabajar en lo que nos dejan. Me acuso de que tengamos escasos medios para llevar a cabo nuestro proyecto. Me acuso de intentar hacer algo diferente, sin subvenciones, rodeado de personas con buena voluntad e ilusión. Me acuso de ser un ingenuo soñador.

Pero, afortunadamente, este Gobierno, repleto de buenas intenciones y amante de la cultura, nos despertó y obligó a pagar el IAE: 30.100 pesetas, más 115 por metro cuadrado de la sede social, más el recargo municipal, que puede llegar incluso a triplicar este impuesto.-