La ciudad se ahoga en atascos a causa de la lluvia, el desfile y un choque

Un accidente y el desfile en honor a la Guardia Civil congelaron ayer la circulación de las dos principales arterias de la capital: M-30 y Castellana. La lluvia causó un fenomenal atasco en el resto de la ciudad, por lo que conducir por Madrid se convirtió en un infierno pasado por agua.Miles de vehículos quedaron atrapados en el tercer cinturón (M-30), donde el patinazo de un camión que transportaba turismos provocó un atasco de 22 kilómetros durante toda la mañana. El remolque aplastó contra la mediana a un turismo y a una furgoneta, y los bomberos emplearon tres horas en deshacer el empared...

Un accidente y el desfile en honor a la Guardia Civil congelaron ayer la circulación de las dos principales arterias de la capital: M-30 y Castellana. La lluvia causó un fenomenal atasco en el resto de la ciudad, por lo que conducir por Madrid se convirtió en un infierno pasado por agua.Miles de vehículos quedaron atrapados en el tercer cinturón (M-30), donde el patinazo de un camión que transportaba turismos provocó un atasco de 22 kilómetros durante toda la mañana. El remolque aplastó contra la mediana a un turismo y a una furgoneta, y los bomberos emplearon tres horas en deshacer el emparedado. Milagrosamente, nadie resultó herido. Fue necesario, sin embargo, cortar la circulación de los carriles centrales para desempotrar los vehículos.

El bloqueo de la M-30 entre el puente de O'Donnell, lugar del siniestro, hasta pasada la Puerta de Hierro, obligó a muchos conductores a intentar cruzar la ciudad por el centro. Esfuerzo inútil. Allí se toparon con otro tapón a causa del corte del paseo del Prado para dejar paso al desfile conmemorativo del 150º aniversario de la Guardia Civil. La lluvia terminó por atascar las calles que aún quedaban libres. En los accesos, las retenciones propias de un viernes también se multiplicaron a causa del mal tiempo y la hora punta se alargó más allá de las diez de la mañana.