El hijo del dromedario

Un rinoceronte blanco nace en Cautividad en el Safari de Madrid

Le debe la vida a un dromedario que con su olor -al parecer, de una potencia impresionante- despertó el apetito sexual de sus padres, unos rinocerontes un poco apáticos. El dromedario fue, sin saberlo, el cebo perfecto para que Loca, la madre, e Iríbar, el padre, engendraran despúes de 20 años de pacata convivencia en el Safari de Madrid- a Serrano, una hermosa cría de rinoceronte blanco, que será bautizado el sábado. Tamara Falcó Preysler, hija de uno de los dueños del parque, Carlos Falcó, y de la conocida Isabel Preysler, será la madrina.Al parto del rinoceronte, el p...

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Le debe la vida a un dromedario que con su olor -al parecer, de una potencia impresionante- despertó el apetito sexual de sus padres, unos rinocerontes un poco apáticos. El dromedario fue, sin saberlo, el cebo perfecto para que Loca, la madre, e Iríbar, el padre, engendraran despúes de 20 años de pacata convivencia en el Safari de Madrid- a Serrano, una hermosa cría de rinoceronte blanco, que será bautizado el sábado. Tamara Falcó Preysler, hija de uno de los dueños del parque, Carlos Falcó, y de la conocida Isabel Preysler, será la madrina.Al parto del rinoceronte, el pasado mes de noviembre, sólo asistieron cinco personas que, de lejos, observaron cómo después de 18 meses de gestación la madre expulsaba un animal de casi 100 kilos, lo limpiaba con la lengua y lo erguía pasándole el cuerno por debajo del abdomen. Nadie se acercó al recién nacido -una mezcla de cerdo, burro y elefante arrugado- que, a pesar de pisar tierra por primera vez, ya podía caminar y atacar.

Hoy, tres meses después, uno de sus preciados cuernos de keratina -una joya con la que en la India y China se fabrica un codiciado elixir afrodisiaco- empieza a despuntar. La cría, que pesa más de 200 kilos, ya tiene la cara de piedra que caracteriza a estos herbívoros que llegan a pesar hasta tres toneladas y media y que se alimenta de alfalfa, bellotas, castañas y semillas. Serrano. -nombre elegido por un niño que participó en un sorteo para bautizarle- es gris y no blanco, como indica su nombre técnico. El blanco es una de las cinco especies de rinoceronte, todas en peligro de extinción, que existen en África y Asia. Su piel es más clara que la de las otras especies.

"Se asusta con facilidad", explica Alejandro Peinado, cuidador del Safari de Madrid y una de las personas que han visto nacer a Rino, nombre de andar por casa del animal. Peinado, que tiene en su cuello un recuerdo de 300 puntos de una leona, dice que el Safari tiene ahora crías de jirafa y cebra, pero ninguna como la del rinoceronte.

Encerrado

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El padre del animal, bautizado Iríbar en honor al legendario portero de la selección española, permanece desde el día del parto encerrado. "Tenemos miedo de que mate al pequeño explica Luis Miguel Orico, relaciones públicas de este Safari que tiene en sus 100 héctareas a unos 500 animales, sin contar las aves, réptiles e insectos que también pertenecen al parque.

"El macho es peligroso porque ve invadido su terreno por un ser extraño al que no reconoce", continúa Orico. "Podría matarlo por celos" , añade el relaciones públicas.

La cría, siempre pegada a la cola de su madre y protegida por la otra hembra rinoceronte del parque, la tía Vieja, se espanta ante cualquier presencia ajena. Rodeado de monos y un bosque de encinas, el joven herbívoro es, según sus criadores, el primer rinoceronte blanco nacido en España, un país con una larga tradición en este tipo de parques.

"Felipe II tenía su safari en la Casa de Campo", explica Luis Miguel Orico, que también cuenta cómo en Berlín, al empezar la II Guerra Mundial, tuvieron que sacrificar la gran colección de animales de su safari por miedo a que se escaparan y se volvieron locos y peligrosos tras los continuos ataques aéreos.

Safari dé Madrid, en Aldea del Fresno, carretera N-V, por Navalcarnero. Precio de la entrada: 1.300 pesetas adultos, 600 niños.

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