La clave fue volver la jugada del revés

El Deportivo no realizó ayer el juego que le ha elevado a la categoría de Superdepor. Nadie le entregaba la pelota a Fran, por lo que éste difícilmente la podía enviar dentro del área a Bebeto o Claudio sobre la espalda de los defensas, tal y como hace Guardiola a Romario en el Barcelona, o abrir el juego a las bandas sobre Nando o Rekarte. Y todo porque en el centro del campo el equipo no ejerció la presión que tantos balones le permite recuperar. Esta vez quien cortó el juego fue el Atlético, no el Superdepor, que se quedó por eso en Depor a secas. Dos jugadas de ataque de...

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El Deportivo no realizó ayer el juego que le ha elevado a la categoría de Superdepor. Nadie le entregaba la pelota a Fran, por lo que éste difícilmente la podía enviar dentro del área a Bebeto o Claudio sobre la espalda de los defensas, tal y como hace Guardiola a Romario en el Barcelona, o abrir el juego a las bandas sobre Nando o Rekarte. Y todo porque en el centro del campo el equipo no ejerció la presión que tantos balones le permite recuperar. Esta vez quien cortó el juego fue el Atlético, no el Superdepor, que se quedó por eso en Depor a secas. Dos jugadas de ataque del Atlético las convirtió Donato en contragolpe de su equipo, otras dos Alfredo y una Djukic. La importancia de volver del revés la dirección de la jugada queda reflejada en que uno de estos cortes, el primero de Alfredo, originó el córner del 1-0. Una fortísima presión en el centro del campo es la que permite al Deportivo ocupar ventajosamente las posiciones ofensivas e ir machacando paulatinamente al rival.

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Ayer, no. Fue el Atlético quien le ahogó y no le permitió más que cuatro buenas combinaciones en largo (Paco-Fran, Fran-Bebeto, Donato-Bebeto y Fran-Manjarín), número insuficiente como para superar una buena estructura defensiva.

El Deportivo, sin embargo, salvó los puntos, porque se trata de un equipo campeón. La diferencia con el resto de los equipos, salvo excepciones, es que tiene jugadores con el talento suficiente como para resolver por sí solos un partido. Fran, que lanza los saques de esquina mejor que nadie -ya lleva tres que se han convertido en goles, más que ningún otro jugador-, puso en la cabeza de Donato el 1-0 y luego Bebeto, sin tener ayer apenas contactos con el balón, supo dejarlo a los pies de Nando para que marcase el 2-1.

Al Atlético de Madrid, al final, se le olvidó seguir jugando al fútbol. Cuando comenzó un nuevo partido tras el 1-1, apostó por lo más fácil, destruir en vez de crear. En el minuto siguiente al que consiguió el empate hizo rodar por los suelos a Alfredo, Mauro Silva y Bebeto, y acabó con 30 faltas en contra. El Deportivo, sólo con 10 y eso que se vio agobiado.

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