Gillette mantiene su decisión de cierre y los trabajadores amenazan con tomar la fábrica

La primera reunión conjunta entre los trabajadores de Gillette en Sevilla y los representantes de la multinacional norteamericana, celebrada ayer, terminó sin acuerdo. La empresa no sólo reiteró su decisión de cerrar la fábrica, sino que ofreció un plan de jubilación para un sector de trabajadores. Por su parte, el comité de empresa amenazó con "tomar la fábrica" antes de permitir que se lleve a cabo su clausura.

Los trabajadores presentaron ayer a los representantes de Gillette su plan de continuidad de la empresa para este año en el que se exige la revocación de la orden de cierre...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La primera reunión conjunta entre los trabajadores de Gillette en Sevilla y los representantes de la multinacional norteamericana, celebrada ayer, terminó sin acuerdo. La empresa no sólo reiteró su decisión de cerrar la fábrica, sino que ofreció un plan de jubilación para un sector de trabajadores. Por su parte, el comité de empresa amenazó con "tomar la fábrica" antes de permitir que se lleve a cabo su clausura.

Los trabajadores presentaron ayer a los representantes de Gillette su plan de continuidad de la empresa para este año en el que se exige la revocación de la orden de cierre. Este plan prevé la inversión de 112 millones de pesetas, la fabricación de 204 millones de unidades y el mantenimiento de 242 puestos de trabajo. El plan ya fue acordado en la factoría el pasado 24 de noviembre. [El consejero de Trabajo de la Junta de Andalucía, Francisco Oliva, anunció por la tarde la voluntad de la Junta de cofinanciar las nuevas instalaciones que Gillette necesite para mantenerse en Andalucía, informa Europa Press.] La empresa, mientras, ofreció una solución pactada que permita la clausura de la factoría. Avanzó la posible creación de un plan de pensiones para un número limitado de empleados. El director de personal de Gillette, Juan José Torres, comentó al término de la reunión que el cierre es irrevocable y que la intención de la multinacional es negociar las indemnizaciones individualmente con cada uno de los trabajadores para que el abandono del centro de producción se lleve a cabo de la forma "menos traumática".

Sobre el boicoteo de los productos de la empresa, propuesto por los consumidores, sindicatos y la propia Diputación de Sevilla, Torres no quiso pronunciarse y sólo consideró que el conflicto laboral se ha "politizado".

El representante de los. trabajadores, José Fernández Lara, rechazó cualquier posibilidad de negociar el cierre de la factoría y amenzó con tomar la fábrica. "No nos van a echar ni con dinero ni sin dinero", aseguró.

Pese al fracaso de la reunión, los trabajadores aseguraron ayer que las negociaciones siguen abiertas y que la delegación de la multinacional tiene que convencer a la dirección en Boston de la imposibilidad de abandonar las instalaciones de Sevilla.

Sobre la firma

Archivado En